Los principales factores naturales que determinan el clima de una región incluyen la latitud, altitud, orientación del relieve, corrientes marinas, distancia al mar y dirección de los vientos. Las montañas suelen tener condiciones climáticas diferentes a las zonas circundantes debido a descensos de temperatura con la altura, y el mar tiene un efecto estabilizador del clima local y regional al absorber y liberar calor más lentamente que la tierra.