Este documento narra la historia de un estudiante llamado Nicolás que se interesó en temas ambientales luego de una clase de biología en la que se dio cuenta de los problemas de falta de agua y sombra en su escuela debido al calor. Su profesora le asigna un trabajo práctico a toda la clase para generar conciencia sobre estos problemas. Años más tarde, Nicolás trabaja en Greenpeace y su esposa dirige la escuela, que ahora tiene un jardín frondoso, mientras que sus hijos también se involucran en causas
1. ¿Un mundo mejor es posible?
No sé cuándo empezó todo, pero así comenzó. No lo recuerdo muy bien, pero fueron
momentos inolvidables.
Todo comenzó una tarde de primavera, el calor comenzaba a sacar lo mejor de sí. Yo,
como siempre, distraída, ni prestaba atención a lo que la de biología trataba de
explicar. Solo me interesaba el sudor que por mi frente se deslizaba, se me hacía agua
la boca de tanto pensar en ese vaso de agua fría, que por cierto, no hubiera venido
nada mal.
Ella trataba de que alguien entienda como “una célula se nutría y no sé que cosa”.
Pero en el fondo quería estar despatarrada en su casa con el aire. Por un segundo
vino una resolana de esas que te queman la piel. Automáticamente cerramos las
ventanas y casi en simultáneo tocó el timbre de recreo.
Fuimos al baño a tratar de refrescarnos un poco, y nos dimos cuenta de que salía
poca agua y por lo que se veía no estaba como para tomar.
Recorrimos todo el patio en busca de una miserable sombra, y en el único lugar en
donde el sol no te quemaba, estaba repleto de basura y esos perros daban tanto asco
que no te daban ganas de quedarte ahí.
Tocó el timbre, nuevamente, todos al salón. Yo transpirado y con una bronca por el
calor, que para ponerle toque final, la profe de Biología me dice:
-¿Qué pasó Gomez? Tarde otra vez.
Yo la miré fijo, y sin faltarle el respeto le respondí:
-Perdón profe, pasa que hace demasiado calor, no hay agua como la gente y
para colmo, no hay una sombra en esta escuela.
La profesora, comprendiéndome me dijo:
-Lo sé Nicolás, a este paso dentro de poco no vamos a tener agua, la
tecnología nos va a controlar, la basura se va a multiplicar y el calor va a
aumentar.
Yo sorprendido, le pregunté:
-¿De verdad profe? ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra?
2. Ella sonriendo, me respondió:
-Averiguá vos. ¡Trabajo Práctico para todos! Agradézcanselo a Gómez.
Como se imaginarán todos se enojaron, se abuchearon y me tiraron papelitos.
Pero a mi no me importó, yo quería saber más y de alguna forma quería
encontrar alguna solución.
A la semana siguiente, fue increíble todo lo que había descubierto, la verdad
quedé impresionado, no sabía que para hacer un papelito, se cortarán tantos
árboles, y que al tirarlo por ahí, a nuestra tierra le llevaría años degradarlos.
La profe se dio cuenta de que el tema me fascinó, por lo cual me propuso
ponerme a la obra para cambiar algunas actitudes.
Con la “excusa” de que no iban a aprobar biología, todo el curso se puso a
trabajar. Algunas hacían carteles para concientizar, a otros nos tocó plantar y
regar flores y árboles, ya que la escuela no contaba con muchas.
Los resultados no parecían ser los mejores, la profe nos había avisado de que
no todo podía terminar como queríamos.
Fue tanta la bronca que me dio ver que nadie cuidaba la limpieza, nadie le
daba importancia a los carteles y encima unos graciosos cortaban las pocas
plantas que teníamos, que lloré de la bronca, aunque igualmente fue en vano,
nadie me dio importancia.
Ese día juré que haría lo imposible para que la gente se tome enserio me doy
cuenta que toda esa experiencia me ayudó a crecer.
Hoy creo que gracias a ese sueño roto, soy lo que soy. Hoy con estos 32 años,
me doy cuenta que toda esa experiencia me ayudó a crecer.
Suena irónico pero hoy, en día, trabajo en Greenpeace, mi esposa es directora
de aquella escuela, que por cierto hoy tiene un frondoso jardín, mi joven hija
asiste a toda marcha por la paz y sueña con ser profesora de biología, mi hijo
es un mini-ambientalista, y por lo que a mi me resta, por más de todas las
cosas, yo sigo creyendo que UN MUNDO MEJOR, ES MÁS QUE POSIBLE!