poema, parábola

1. Poema de las manos:
Mis manos están alegres
y al encontrarse se besan;
como son buenas hermanas
pocas veces se amenazan.
Cuando las manos se enfadan;
buena pelea preparan,
y al terminar la contienda
se perdonan y se abrazan.
Desde lejos se saludan
y al encontrarse se besan;
como son buenas hermanas,
pocas veces se amenazan.
Con poco dinero viven,
aunque a veces también piden
y con gozo se despiden.

2. Parábola:
(Quien narra acompaña la narración con los gestos que se indican. Con los dedos de las
manos van señalando, por orden, los diversos dedos: meñique, anular, corazón, índice y
pulgar.)
Había una vez una familia que tenía cinco hermanos (señalamos los 5 dedos). Éste
(meñique) era el más listo; éste (anular), el más guapo; éste, el más alto (corazón); éste,
el más rápido (índice); y éste, el más fuerte (pulgar).
Pero el más fuerte, que era un peleón, pegaba al más listo (realizar la acción de pegar
con los dedos señalados), al más guapo, al más alto y al más rápido.
Un día su padre ( se representa con el dedo pulgar de la otra mano, como un diálogo
entre pulgares), muy enfadado, le preguntó:
-¿Por qué pegas a tus hermanos?
Y el más fuerte le contestó:
-Porque quiero.
Y papá muy enfadado le dijo:
-Anda, hijo mío, no seas malo. Son tus hermanos y tienes que quererlos mucho.
Desde entonces el más fuerte ayudó al más listo (se acompaña acariciando el pulgar a
todos los demás dedos), al más guapo, al más alto y al más rápido.
Un día de crudo invierno que hacía mucho, mucho frío, el más fuerte temblaba y no
había manera de entrar en calor. Estaba a punto de coger un gran resfriado. Entonces
todos los demás le arroparon. (El narrador, lentamente, con cariño, cierra la mano
dejando al dedo pulgar dentro de los demás).