1. Casa Templaria, a 10 de noviembre de 2011
Luna llena
Emociones, sensibilidad ¡Cuidado mis semillas bien amadas!
Tendréis el corazón más
delicado y las lágrimas a punto
de salir, tenerlo bien en memoria.
Estaréis también mas cansados, el
reumatismo y menos paciencia.
Si os acordáis que es Luna Llena,
comprenderéis que ese es el
motivo. Dais media vuelta,
suspiráis profundamente y a
continuar adelante. ¡Tenerlo en cuenta! La reacción de vuestros hijos,
de vuestros padres, de la familia, explicárselos. Puede ser la razón de
algunos pequeños virus, gripe, únicamente por aparecer la luna llena.
Si no podéis dormir, una buena tizana de tila, hipérico, pasiflora y os
irá de maravilla. Podéis añadir un poquito de romero y tomillo os
ayudara al sistema respiratorio y digestivo.
Mis queridas semillas, quiero compartir con vosotros esta historia
que me pareció muy bonita. En un pueblecito vivían dos vecinos, los
dos tenían hijos varones y un día estaban labrando el campo,
preparando el trigo, es ahora el momento de sembrarlo. Y de pronto el
hombre vio como su caballo tiraba muy fuerte, se rompió las riendas y
se fue disparado. Su vecino le dijo: que mala suerte tienes pues ahora
sin tu caballo tendrás que trabajar y laborar la tierra tú solo y
solamente tienes a tu hijo para ayudarte. El hombre le respondió: ni
mala suerte, ni buena suerte, solo Dios lo sabe. Así que el hombre entro
a su casa y preparó para continuar su labor. El vecino trabajó con su
caballo y terminó antes. Después de un tiempo el vecino vio aparecer el
caballo de aquel hombre y traía a 10
caballos más, salvajes. El vecino le
dijo: que buena suerte vecino, que
contento, que alegría pues ahora con
10 caballos podrás terminar el
trabajo. El hombre contesto: ni
buena, ni mala suerte, solo Dios lo
sabe. Entonces el hombre termino
su trabajo, fue feliz porque pudo
ayudar a los otros aldeanos y ya
tenía una buena manada de caballos. El hijo del hombre queriendo
amaestrar a un caballo se cayó y se rompió la pierna. Entonces le dijo el
2. vecino: que mala suerte tienes vecino pues ahora tendrás que hacer
solo de nuevo el trabajo de la cosecha, tu hijo no podrá ayudarte. El
hombre le respondió: ni mala, ni buena suerte, solo Dios lo sabe. Y
unos días mas tarde se había declarado la guerra, llegaron los militares
y se llevaron al hijo del vecino; pero como el hijo del hombre no podía
moverse lo dejaron con su padre. Y de nuevo el vecino le dijo al hombre:
que buena suerte tienes pues mi hijo se lo llevaron a la guerra, no sé si
volverá, pero el tuyo lo tienes contigo y una vez más el hombre
respondió: no sé si es buena, o mala suerte, solo Dios lo sabe.
Mis queridas semillas, a si es la vida de sencilla, nos acordamos
siempre de la mala suerte pero no tanto de la buena y las dos van
juntas. ¿Cómo podríamos alegrarnos de la buena suerte sino
conocemos a la mala suerte? ¡Animo
semillas, animo! Mirar bien delante de
nosotros y dar gracias porque lo que hoy
nos parece una injusticia, mañana lo
agradeceremos. Lo que hoy nos parece
un sacrifico, mañana saltaremos de
alegría. Lo que es incomprensible hoy,
mañana es fácil y sencillo. Y sobre todo
la frase que siempre dice Servidora, lo
que no hacéis hoy, lo tenéis que hacer
mañana.
Cuidado, es una advertencia para la nueva vida. Si no habéis
terminado en esta con vuestra Misión, volveréis para terminarla la
próxima vida. Abrid bien los ojos y dar siempre gracias a Dios. Todo
está escrito en el Universo y solo el Universo sabe cuando empezamos,
cuando terminamos y cuando es la continuación.
¡Levantar ese ánimo! ¡Levantar la autoestima y esa moral y
animaros para empezar el día con alegría, con muchísima suerte!
Pensar todos los días que vais a ganar a la lotería, que vais a encontrar
el amor de vuestra vida, que vuestros hijos tendrán el premio de honor
aunque tengan que repetir el año próximo. Pensar también que
preparáis unas navidades maravillosas, sin gastar un céntimo porque
ya os dije, empezar ahora a organizarlo, todo está más barato. El último
día siempre es más caro. ¡Y siempre con la sonrisa! Acordaros del más
pequeño, del más débil y echarle una mano. Darle un abrazo y sonreír.
¿Recordáis en el Jordán cuando nos abrazamos todos? ¿Recordáis en
Belén? ¿Recordáis en Tiberiades? ¡Qué maravilloso momento! Esos
abrazos eran y serán siempre únicos.
3. ¡Alegría, Alegría y Alegría!
Uno para todos y todos para Uno.
¡La suerte vive con vosotros! Mirar bien y la veréis, hace parte de ti.
Con todo mi amor
La Jardinera