El documento describe la situación en el Congo, donde las buenas maneras están en declive y la corrupción es común. Varias bandas se dedican a actividades ilegales como robar cables eléctricos, causando apagones, o robar ladrillos de alcantarillado, causando inundaciones. Los directores de empresas estatales malgastan los fondos hasta asfixiar las empresas. La infraestructura como calles y suministro eléctrico se deteriora mientras los funcionarios se enriquecen a expensas del pueblo.
Pronunciamiento de Mujeres en defensa de la Ley 348
Kilima 68 - Marzo 2006
1. KILIMA 68 Marzo 2006
Queridos amigos :
Estamos en un país en el que las buenas maneras están bajo mínimos y aunque hay
mucha gente buena que no mete ruido y se dedica a trabajar sin contar las horas, para conseguir
llenar el puchero familiar, aunque solo sea una vez al día, lo que más fácilmente se ve son las
hazañas de los espabilados, carroñas, depredadores y termitas, que hace tiempo han perdido la
conciencia del bien y del mal y se dedican a sus “negocios” sin preocuparse tan siquiera de la
legalidad o ilegalidad de lo intentan o pretenden llevar a cabo.
Esas nociones de justo o injusto, legal o ilegal, permitido o prohibido, bueno o malo, son
ideas abstractas que no satisfacen en absoluto puesto que no calientan el bolsillo ni ayudan a
resolver ninguno de los problemas a los que tienen que dar una respuesta urgente: pago del
alquiler, alimentación, sanidad, educación de los hijos, etc. Estamos como si un nuevo ciclón nos
hubiera visitado dejando a su paso desolación, destrozos y ruinas y cada cual trata de buscar
entre los escombros aquello que podría serle de interés, sin preguntarse si le pertenece a él o a
un vecino.
Todo se está estropeando, destrozando, ante la indiferencia de las propias víctimas que
asisten insensibles a la destrucción del patrimonio que habían heredado de la colonia o de los
primeros años de la independencia. Ni en la misma capital del Congo ni en las capitales de
provincia pueden disfrutar diariamente de las ventajas de la luz eléctrica. Y sin embargo, el Congo
produce más corriente de la que puede consumir, por eso ha firmado un contrato con la vecina
Zambia, pero el deterioro de las instalaciones y la falta de mantenimiento del tendido eléctrico,
hace que no puedan satisfacer todas las exigencias y son los propios congoleños los que pagan
las consecuencias. No les pueden privar a los zambianos porque según el contrato, cada hora sin
recibir suministro eléctrico está fuertemente penalizado y como los congoleños no tienen
costumbre de protestar, son ellos los que tienen que comprar velas para alumbrar sus casas y
volver el carbón o a la leña para la condimentar sus alimentos.
Una de las tácticas que emplean, para contentar a todo el mundo, es dar el suministro
eléctrico por barrios. Unos la reciben por las mañanas, otros por las tardes, otros cada dos días,
para que de esta forma no les falte la luz a los zambianos. Como nadie protesta, todo sigue
deteriorándose paulatinamente, mientras los jefes de la compañía eléctrica han confundido la
gestión de la empresa con el patrimonio personal, hasta el punto que disponen de la “caja” de la
empresa con la misma facilidad con la que hacen uso de su propio portamonedas.
Estamos en el reino de la dejadez. No se tiene cuidado de lo que funciona, sino que se
utilizan al momento los beneficios de lo que esa máquina está produciendo y a la hora de comprar
una pieza, cambiar el aceite, reemplazar un fusible, no existe nada en la caja para reponer lo
averiado y hacer que siga trabajando por mucho más tiempo. En Kinshasa, hay barrios en los que
los días de suerte pueden gozar de la luminosidad de las bombillas o de los tubos fluorescentes,
pero no pueden disfrutar continuamente de las ventajas del ordenador o de los pasatiempos de la
televisión. En otras provincias que no disponían de luz eléctrica, contaban con la asistencia de un
generador de corriente con un motor diesel, que les permitía producir la corriente varias horas al
día, las suficientes para que funcionaran los frigos y demás electrodomésticos del hogar. Ahora,
todo eso ha quedado en el recuerdo de los mayores, las bombillas se han convertido en los
adornos de las casas que cuelgan del techo, sin ninguna otra función que la de ser la zona de
aterrizaje de moscas y mosquitos.
Pero para que las cosas dejen de funcionar totalmente, entran en juego el equipo de “Los
Depredadores”, que se encargan de destrozar lo que a duras penas se mantiene en pie. Los
transformadores son modelos antiguos que siguen funcionando y prestando una función social.
Necesitan aceite para su enfriamiento. Los depredadores se encargan de robar una noche ese
aceite, con lo cual lo único que consiguen es que se caliente el transformador y termine
2. quemándose. Ya no hay repuestos ni queda dinero para hacer un pedido al extranjero. El barrio
queda a oscuras durante meses hasta que los afectados terminan de cotizar lo necesario para
comprar la pieza que hace falta para el transformador. Que en esa zona haya un hospital, una
escuela, un puesto de policía o cualquier otro edificio de interés público, los tiene sin cuidado.
Otros se dedican al robo del cable de alta tensión. Provocan un cortocircuito y a velocidad
fulgurante desentierran doscientos o trescientos metros de cable y desaparecen con el botín
amparados en la oscuridad de la noche. Toda una zona de la ciudad se queda sin luz mientras
que los ladrones apenas sacan provecho de su fechoría porque donde lo van a vender les obligan
a desnudar el cable de todos los forros y protecciones y al final, toda su hazaña se resume a unos
pocos kilos de cobre, con lo cual, la ganancia no ha sido espectacular porque tienen que repartir
los beneficios entre todos los miembros de la banda a partes iguales, para evitar el que algún
descontento se vaya con el secreto a la policía. Se sienten más ufanos de la “machotada” que
han hecho que del dinero conseguido, sin pensar en el irreparable mal que han ocasionado a
muchos.
Casi todos los directores o jefes de las empresas estatales forman parte del equipo de
“Los termitas”. Al igual que estas trabajadoras hormigas que van comiendo la estructura del
edificio por dentro y si no se está muy atento pueden incluso ocasionar el derrumbe del mismo,
los miembros de dicho equipo se encargan de aligerar las cuentas bancarias de dichas empresas
y apropiarse de sus beneficios hasta terminar asfixiándola. Aparentemente, no se nota nada
especial en un principio, pero cuando surgen los síntomas de su debilitamiento nadie se atreve a
actuar con determinación. No es fácil tomar represalias contra estos malhechores porque se trata
de cargos políticos y acusar a uno de ellos es acusar a todo su partido y eso puede ocasionar
enfrentamientos y fricciones a nivel de Gobierno, algo que se trata de evitar por encima de todo,
para que esta paz de la que dicen disfrutamos, no salte en pedazos ya que los cuatro
vicepresidentes son los representantes políticos de una facción rebelde, y si alguno de ellos sale
del equipo de gobierno porque se ha visto insultado, es para volver a tomar las armas y continuar
una guerra que parece no va a conocer su fin.
Para poner un ejemplo sobre este tema. Hace unos días leía en una revista local que
solamente el 20 % de las calles de Kinshasa se consideran normales para el tráfico rodado. Las
demás, son ricas en baches y barrizales hasta el punto de que ni los todo terrenos consiguen
circular por algunas de ellas, que estaban asfaltadas hasta hace algunos años. La capital cuenta
con un gobernador y por encima está el ministro correspondiente pero creo que forman parte de
la plantilla del equipo y no pierden un entrenamiento para poder permanecer en forma. Lo normal,
en todos los aspectos de la vida, es progresar, pero en este país la situación ha cambiado tanto
que lo normal es, recular.
El equipo de “Los carroñas” se encargan de aprovecharse de lo muerto. En lo que se
refiere a Panda podríamos hablar, por ejemplo, del alcantarillado del barrio. Todo el barrio fue
creado por la empresa minera para sus trabajadores, con casas de diferentes tipos según la
composición familiar, la responsabilidad en el trabajo, el año de construcción, etc. Se fue
construyendo progresivamente. Las zonas más antiguas no disponían de agua corriente en sus
casas pero contaban con fuentes de agua potable en las calles, duchas públicas, alumbrado
eléctrico, servicio de recogida de basuras, y un alcantarillado que recogía las aguas de lluvia y
las conducía hasta el río de su mismo nombre que se encuentra como a un kilómetro del barrio.
Todo estaba construido en ladrillo y funcionaba a la perfección. Eran las vacas gordas.
Por algunos de los motivos arriba señalados, la empresa minera se encuentra “en coma”,
ha reducido su plantilla en varios miles de trabajadores, pero no consigue levantar cabeza. La
falta de mantenimiento, la supresión del servicio de limpieza, la incapacidad del ayuntamiento
para solucionar el problema, ha originado el que la gente se acostumbre a echar todas las
porquerías a los canales de alcantarillado y cuando llegan las lluvias el agua no encuentra la
forma de recorrer el camino que le conduce hasta el río y se desborda inundando las calles,
3. arrastrando su tierra (las calles no son de asfalto) y dejando los ladrillos de los canales del
alcantarillado al descubierto. Ante este hecho se podrían adoptar varias soluciones: rellenar con
tierra los hundimientos de las calles para que los canales quedaran protegidos, evitar el arrojar las
porquerías en los mismos o ya que están así las cosas y viendo que los ladrillos comienzan a
desprenderse, antes de que sea el vecino quien se aproveche de los mismos, comenzar uno
mismo a llevar a cabo esa tarea. Las dos primeras soluciones tienen pocos adeptos. Nadie está
dispuesto a trabajar sin recibir una compensación a cambio y el ayuntamiento no dispone de
personal para el mantenimiento del barrio.
“Los carroñas” se encargan de ir arrancando ladrillos para ponerlos en venta o añadir con
ellos una habitación más a su hogar o levantar pequeños garitos que les sirven como reducidos
puestos de venta. De esta forma, el agua se encuentra libre para circular a su antojo ya que no
tiene canales, hasta el punto que la porquería, los palos, las ramas, etc. han llegado a formar una
especie de presa y como no encuentra su cauce original, los días de fuertes chaparrones se
divierte entrado por las casas, y sus habitantes o permanecen descalzos hasta que baja su nivel o
aguantan subidos a las sillas y las mesas a que termine la tormenta, se vaya el agua calle abajo y
puedan continuar la vida normal. Los ladrillos de las duchas públicas desaparecieron hace años y
algunos espabilados se han apropiado de sus tuberías para llevar agua a sus casas “robándola”
de las conducciones generales, mientras que los que vivimos en una colina llevamos muchos
meses que nos hemos despedido de la dicha de abrir un grifo del que salga agua.
También podríamos citar algún ejemplo de “Los espabilados”, un club que cuenta con
muchos simpatizantes, algunos de los cuales son también hinchas de los otros equipos.
Para que cada cual desarrolle eficazmente la misión que le ha sido confiada necesita unos
estímulos que se traducen, hablando en castellano corriente, en propinas, sobres a fin de mes,
etc. y si esos incentivos no son de la cuantía deseada, cada cual se encarga de obtener con
creces lo restante.
La carretera que yo frecuento para visitar algunos poblados fue destrozada por el uso
abusivo de camiones que transportaban minerales de cobre, cobalto e incluso uranio. Después de
muchas denuncias, artículos en el periódico, etc., conseguimos que un organismo del Gobierno
que trabaja para la Banca Mundial, nos la arreglara durante el verano. El encargado de realizar
esta operación tenía la consigna de contratar a pequeñas empresas a las que concedería lotes de
5 Km para cada uno a razón de 2.500 $ por kilómetro. Todo tenía que efectuarse a mano. No
entro en el juicio sobre la calidad del trabajo. El asunto está en que para cobrar el dinero
correspondiente, cada empresario tenía que entregarle el 10 % si quería seguir en el tajo. Todos
tuvieron que pasar por el aro. El secretario era el encargado de realizar los pagos y cobrar el
“impuesto revolucionario”. Nadie sabía lo que estaba ocurriendo porque habían prometido la
“máxima discreción”, pero al cobrar la última parte, el secretario que vio que sus días estaban
contados ya que una vez terminado el proyecto se iba a la calle, no tuvo mejor ocurrencia que
quedarse con todos los “impuestos” y desaparecer de la vía pública. El director del proyecto,
ajeno a cuanto ocurría, reclamó su parte correspondiente y algunos empresarios, que ya no
temían su venganza puesto que ni tenían ya más trabajo ni tenían que volver a cobrar, le
cantaron las cuarenta y consiguió conservar su integridad física intacta porque fue más rápido
que ellos en llegar hasta donde tenía el coche y desaparecer para siempre de la geografía de
Likasi.
El protagonista del siguiente caso rompe todos los esquemas. Que cada cual le catalogue
donde quiera. Un alto responsable del servicio médico llamó a un médico de Likasi que supervisa
los ambulatorios de la ciudad y sus alrededores, para decirle que tenía que enviarle un informe de
los casos de cólera que se encontraban en su jurisdicción. El médico le contestó que no tenía
conocimiento de ningún caso. A pesar de ello, el alto responsable continuó insistiendo de forma
cada vez más apremiante e incluso le invitó a que le enviara un informe con veinte o treinta
casos. Ante la negativa del médico que desconocía las razones de su jefe, al final, viendo que no
4. le podía convencer por las buenas, le expuso con claridad la razón de su petición: “Si no
declaramos la epidemia, de dónde vamos a recibir unos subsidios?”. Se supone que los
“subsidios” se convierten en dinero de bolsillo para el jefe.
La fiebre del cobalto ha entrado con tanto ímpetu como en su tiempo la fiebre del oro en el
Far-West. Este mineral, que hasta hace un par de años no era conocido más que por los
trabajadores de las minas y pasaba directamente a ser tratado en la fundición de la empresa, se
ha convertido en la salvación de miles de gente sin trabajo que no pide otra cosa que acostarse
con el estómago en funcionamiento.
Antiguamente, este mineral mezclado con piedras, tierra, etc., se empleaba para arreglar
las carreteras de tierra o para esparcir sobre los charcos de agua para evitar los barrizales. No es
que tenga unas propiedades particulares, sino que se utilizaba como si fuera algo así como la
gravilla, sin darle ninguna importancia, como si se tratara de escoria. Ahora, que han abierto unas
cuantas empresas de fundición, en general en manos de orientales, y necesitan de dicho mineral
para hacer funcionar sus hornos, hasta los críos han aprendido a conocer las características de
dicho mineral y no respetan el lugar en el que se encuentra, sino que arremeten con todo con la
intención de llenar un saco de piedrillas de cobalto para venderles a los chinos.
Escarban en las calles dejando grandes agujeros que luego se llenan de agua, pero lo
peor es que ya no existe el sentido de la medida y esta semana no ha funcionado la televisión.
Alguno hizo correr la voz de que donde se encontraba el poste del repetidor había cobalto, cosa
que debió ser cierta, y allí fueron una banda de jóvenes esperando hacer fortuna, pero dejaron las
patas del repetidor al aire y los trabajadores de telefónica tuvieron que trabajar duro durante la
semana para fijar las patas en el suelo y asegurar el repetidor.
Después de estos pequeños ejemplos os habréis dado cuenta que contamos con buenos
equipos, capaces de arruinar un país en poco tiempo y cuyos jugadores consiguen conciliar
plácidamente el sueño sin que la conciencia les reprenda sus acciones porque han conseguido
que lo malo se convierta en bueno para ellos.
Un abrazo
Xabier
KILIMA 69 JUNIO 2006
Queridos amigos:
En el último número os daba una relación de los equipos de primera división, que en una
encarnizada lucha, aspiran a conseguir las primeras plazas en esta carrera por destruir el país.
Todos no entraron en aquel número por falta de espacio y no puedo dejar de mencionar a otro
muy importante que son “Los intocables”.
Entre que las calles han dejado de merecer tal nombre y el código de la circulación es un
panfleto del que nadie se acuerda, si es que alguna vez ha sido leído para obtener el carnet de
conducir, el hecho es que cada cual hace con su vehículo lo que mejor le parece. Se conduce a la
inglesa o a la europea, por la izquierda o por la derecha. Algunos viajan en coches de camuflaje
porque no se les ve hasta llegar a pocos metros de distancia ya que van envueltos en una nube
de humo que sale por todas las rendijas de la carrocería debido a la mala combustión del aceite
de sus motores. Otros, para aligerar su peso, se han desprendido de los “adornos” que no
consideran necesarios y viajan sin faros ni intermitentes. Los hay más atrevidos, que viajan
sentados sobre el motor con un bidón de cinco litros de gasolina que a través de una goma hacen
llegar la gasolina al carburador, es que la bomba ha dejado de funcionar y no es cuestión de
permanecer aparcados cuando su ausencia se puede remediar de otra forma. Pero cada cual se
5. cree el amo de la calle y conduce a la velocidad que le permite su motor sin escuchar compasivo
los chirridos de los amortiguadores que se resienten a tantos saltos y brincos.
Como ocurre en muchos sitios, los más atrevidos son los taxistas, unos, porque se las
conocen todas y otros, porque necesitan sacar el jornal del día y corren apresurados para
descargar su “mercancía” y conseguir nuevos clientes para completar la jornada. Pues bien, un
pobre taxista que no calculó bien una maniobra, fue a estropear la carrocería del coche de un
general que circulaba por la misma calle. Enfurecido éste por lo que acababa de ocurrir mandó a
su guardaespaldas que le disparara y el pobre taxista terminó allí mismo la carrera de su vida
ante la presencia escandalizada de los pasajeros y demás conductores que vieron lo acontecido.
Al día siguiente, los taxistas decretaron una huelga y los jóvenes del barrio decidieron vengarse a
su manera del abuso de algunas autoridades que se permiten actuar con toda impunidad. Pero el
general sigue en su puesto.
La verdad es que no es fácil dirigir un país en el que cada cual se ha acostumbrado a
hacer lo que le viene en gana, los unos más que los otros, según el grado de “dignidad” que les
ha sido concedido, y especialmente si forman parte de este último equipo.
Al Este de nuestra provincia hay un conflicto armado que dura varios meses y que ha
causado muchos muertos y destruido numerosos poblados, obligando a sus habitantes a huir
donde fuera para poder salvaguardar sus vidas. Son los terribles mai-mai, cuya filosofía se
desconoce, pero que tienen aterrorizada a toda la gente puesto que no solamente matan
indiscriminadamente, sino que además violan y se comen a sus víctimas. El responsable del
ejército nacional enviado a esta zona, cuya misión era la de hacer frente a estos bárbaros, tiene
un serio conflicto con los responsables de la ONU (aquí tienen el nombre de MONUC), porque no
están de acuerdo con su forma tan especial de cumplir con la tarea encomendada.
Además de terminar con este foco de desestabilización nacional, tiene también la misión
de agrupar en un sólo ejército a los soldados pertenecientes a otros grupos armados que han
estado luchando en el país y que han decidido deponer las armas. Y por si esto no fuera
suficiente, le han encargado la tarea de llevar a cabo el control físico de todo el personal que
forma parte del ejército para descubrir cuántos nombres aparecen en las listas de paga pero que
son ficticios, es decir, los nombres de los militares que siguen en las listas pero que realmente no
existen porque unos han muerto, otros han desertado, otros se han jubilado y otros no han
existido nunca pero estaban incluidos en las listas y algún alto mando cobraba sus salarios.
Para llevar a cabo esta acción y contentar a los que por la edad debían jubilarse y alegrar
los ánimos de los que venían de formaciones enemigas, la MONUC había enviado varios
vagones de alimentos y ropa, que debían servir también para socorrer a la gente que debido a la
guerra se habían visto obligados a huir de sus poblados y refugiarse donde podían llevando
únicamente lo puesto porque el avance enemigo les había sorprendido.
Demasiada responsabilidad para una sola persona. Los vagones salieron de la estación
pero nunca se supo qué fue de su contenido y la compañía de ferrocarriles tuvo que indagar el
paradero de sus vagones vacíos que se habían volatilizado en la espesura de la selva. Así se ha
descubierto que en lugar de disminuir el sufrimiento de los miles de desplazados que se
encuentran alojados de mala manera con nada más que lo puesto, de alegrar a los nuevos
militares que hasta ahora estaban luchando contra el ejército, de calmar el estado de ánimo de
los soldados que tienen que ir al frente sin nada que llevarse a la boca, el general ha hecho el
agosto, pero como trabaja en comandita con algunos miembros de la familia presidencial, aquí no
ha pasado nada, y ha sido causa de un amargo conflicto con las fuerzas de la MONUC que han
denunciado el caso y a quien el gobierno le han respondido diciendo que tenga mucho cuidado
con lo que hace ya que se está metiendo en los asuntos internos del país.
6. Este equipo es muy fuerte porque cuenta con muchos reservas: las autoridades políticas y
militares, los jueces y magistrados, los grandes comerciantes, la gente sin escrúpulos y los
aventureros del momento, chinos, indios, libaneses, que han acudido atraídos por la riqueza y el
desorden del país. Pero dejemos estos deportes y pasemos a otros temas.
- Entre las muchas facetas del quehacer apostólico, de vez en cuando me ocurren cosas
como la que os cuento. Ahora que en la parroquia hay algunos curas africanos, no me gusta
meterme en exorcismos e imposiciones de manos, se los dejo a ellos, pero ante la insistencia de
algunos feligreses no me quedó más remedio que aceptar este caso. Me llamaron a una casa
para despachar un espíritu que estaba pasándose de la raya. No les dejaba en paz ni de día ni de
noche. No me gusta el oficio de exorcista pero como se trataba de una familia conocida, por no
defraudarles, una vez más tuve que meterme en estos líos que tan poca gracia me hacen.
En la citada casa había muerto una chica. Durante su enfermedad llamaron al hechicero
para que la curara, pero a pesar de todas las ceremonias que pudo inventar, la pobre chavala
pasó a mejor vida. Estaba casada. Durante el entierro hubo unos enfrentamientos muy serios. La
familia de la difunta acusaba a la del marido de ser los autores de su muerte. De las palabras,
pasaron a las manos y de allí se fueron a juicio, sin que la luz se hiciera sobre lo ocurrido. Todo
es cuestión de creencias, no se trataba de un asesinato tal como lo concebimos nosotros, pero a
fin de cuentas se trataba de una muerte, aunque ésta hubiera tenido lugar por procedimientos
mágicos.
La pobre difunta, como si no tuviera otra cosa que hacer, les pegaba unos sustos
morrocotudos cada noche y allí no había quien pegara ojo. Es una familia cristiana, pero en vista
de los follones que habían organizado durante el tiempo del duelo a cuenta de los
enfrentamientos familiares, los demás miembros de la comunidad cristiana les dejaron de la
mano. Como aquello no tenía solución y seguían las apariciones, pidieron sopitas y llamaron al
cura para que “echara unas bendiciones”.
Hablé con los cristianos del barrio para que depusieran su actitud. Me escucharon, pero
antes de pisar el umbral de su casa, les sermonearan a base de bien por los insultos que se
habían repartido antes y después del sepelio y de la conducción del cadáver. Hechas las paces
con el vecindario decidimos ir todos a rezar, a bendecir la casa y a sus moradores. Cuando
llegamos al anochecer del día señalado, nos costó acostumbrarnos a la oscuridad de la casa,
sobretodo para encontrar una silla sobre la que sentarse, ya que no había más que una sola vela
y su llama oscilaba constantemente por la corriente que se formaba.
Me ofrecieron una silla. La gente se puso a cantar y a rezar y así estuvimos un rato largo.
Luego me tocó actuar a mí y tras la lectura de un trozo del evangelio intenté convencerles de la
victoria de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio, del perdón
sobre la venganza, y después de una serie de consejos impartidos por todos los presentes para
evitar las desavenencias familiares, les bendije la casa, las habitaciones, sus enseres, la comida y
a ellos mismos. Les hacía a cada uno una imposición de manos, el signo de la cruz en la frente y
una buena chorrotada de agua bendita sobre la cabeza. Después, más cantos, más oraciones y
… todos a la calle. Todo será que el espíritu se niegue a salir y el prestigio del cura vaya a quedar
a la altura del barro. Pero por el momento, todo transcurre con normalidad y ya han pasado dos
meses.
Aunque nos sale la sonrisa escuchando relatos de esta índole en pleno siglo 21, es muy
hermoso el sentido de la unidad que estos pequeños hechos crean entre los cristianos y el que
sepamos que no podemos vivir nuestra fe como islotes separados sino que los problemas y
preocupaciones del vecino las tenemos que sentir como nuestros. Hay aspectos del evangelio
que la gente sencilla los capta mucho mejor que nosotros que sabemos todo pero que tal vez,
porque lo sabemos todo, no hacemos nada.
7. - Antes, contábamos en la parroquia con un chico que nos ayudaba bastante. Hacía las
veces de sacristán, monaguillo, lector, catequista y todo lo que se le mandara. Durante mis
últimas vacaciones y aprovechando mi ausencia, se dedicó a “limpiar” la iglesia. “Limpió” varias
cortinas, algunas alfombras, descendió el número de sillas, debido a lo cual se le recomendó que
se quedara en su casa y descansara porque seguramente tanta “limpieza” le habría dejado
agotado.
Poco después se casó a la africana, es decir, según la costumbre, sin pasar todavía por
la iglesia. Al principio parecía que todo iba bien, pero estando ya embarazada la chica, la madre
de nuestro buen hombre empezó a decir que ese matrimonio no le convenía a su hijo porque la
familia de la chavala le había hecho beber un brebaje para que se enamorara de la chica, lo cual
quería decir que le habían engañado.
Todos los días había jaleo entre las dos familias. Querían que se separaran porque iban a
ser unos desgraciados. Ni los interesados, ni la familia de la chavala estaban por esta solución y
así las cosas, la llegó la hora de dar a luz. Estuvo tres días en la maternidad y las cosas se
presentaban mal, la dilatación era lentísima, la habían puesto oxígeno. Habían avisado al médico
para que estuviera preparado por si tuviera que intervenir porque el bebé se resistía a salir a
tomar el sol.
El chico, es decir, el marido estaba nervioso y fuera de sí. Fue en busca de su madre y de
su suegra y les dijo que si no se entendían se iba a suicidar porque su mujer se iba a morir a
cuenta de ellas, que eran la vergüenza del barrio y algunas otras cosas poco agradables y a
grandes gritos para que se enteraran bien cuantos pasaban por las cercanías. Las dos mayores
se fueron a la maternidad y delante de la parturienta se dijeron cuanto tenían que decirse
haciendo después las paces. Pues bien, unos quince minutos más tarde nacía el niño en
perfectas condiciones.
Ahora, cómo hacer creer que lo del mal de ojo, el hechizo, la maldición, y todas esas
cosas no tienen ningún valor, que son puras creencias sin que todo eso se dé en la realidad?
Basta con que ocurra una vez para que durante toda su vida lo recuerden con convencimiento.
Para ellos no existe la casualidad ni otros factores físicos o síquicos. Todo efecto es producido
por una causa humana. Es la persona la responsable de todos los males, bien directamente o
bien porque sabe emplear las fuerzas ocultas de las cosas como el rayo, las plantas, el agua,
para hacer con ellas lo que quiera en beneficio propio. Ese es el trabajo de los hechiceros.
Este mes hemos dado un paso muy grande en nuestro Centro Kilima para minusválidos
físicos. Desde hacía algunos años hemos ido preparando una sala de operaciones propia, viendo
la caída lenta pero imparable de la empresa minera que contaba con un gran hospital y que hasta
ahora nos prestaban sus dependencias cuando llegaban los “Médicos sin vacaciones”, un grupo
de cirujanos belgas que se ofrecen a ayudar a los demás durante el tiempo de sus vacaciones.
Estos últimos años no habían venido a nuestro Centro porque la situación política del país
tampoco estaba como para muchas florituras y aunque nunca ha estado como para poner en
peligro la vida de las personas, como el Congo es considerado un país de alto riesgo, siguiendo
las recomendaciones de amigos y familiares habían estado dando largas, y lo cierto es que
llevábamos un tiempo añorando su presencia.
Nos han llegado un cirujano, un anestesista y una enfermera. Creo que el viaje corría a
cuenta del grupo Lion’s Club de Bramant (Bélgica). Además han llegado cargado de medicinas,
anestesia, antibióticos, hilos de suturas, etc. Todo había sido preparado con esmero y a nuestro
entender no faltaba nada. Lo único que no habíamos previsto fue un grupo electrógeno por si
tuviéramos la sorpresa de un corte de luz, que últimamente estamos padeciendo con cierta
regularidad. La luz funcionó correctamente, tuvimos dos días de agua, lo cual nos permitió llenar
unos depósitos preparados para la ocasión y todo resultó sin ninguna complicación.
8. Operaron 35 enfermos, en su mayoría niños, unos como consecuencia de la polio, otros a
causa de malformaciones congénitas y a un adulto le tuvieron que cortar la pierna que se le
estaba pudriendo como consecuencia de una bala disparada por unos bandidos. Todo fue un
éxito. Que el tiempo os acompañe y disfrutéis del verano.
Xabier
KILIMA 70 Octubre 2006
Queridos amigos:
Llevamos una temporada en la que incluso las noticias del Congo tienen derecho a
asomarse en los periódicos del Primer Mundo. Y es que desde hace unos pocos años a esta
parte, la presencia extranjera en el país se está haciendo cada vez más notable. Se diría que se
ha abierto la veda y los cazadores afluyen en abundancia dispuestos a la caza de las
innumerables riquezas, con ganas de llevarse una buena pieza que pudieran mostrarla con
orgullo a sus amigos. Tal vez eso haga que ya no seamos unos desconocidos y cuanto aquí
acontece llegue más fácilmente a la opinión internacional.
Hace poco ha tenido lugar el referéndum sobre la Constitución, más tarde, la primera
vuelta de las primeras elecciones presidenciales libres desde la independencia, es decir, nada
menos que 46 años.
Me parece muy bien que todos estos sucesos tan importantes para la historia de este país
tengan un eco en la prensa internacional, pero siempre me queda la insatisfacción que hace
preguntarme, cuál puede ser el interés que se encierra en tantos millones de dólares enviados a
este país para el desarrollo de las elecciones cuando durante estos años anteriores en los que
moría tanta gente debido a los enfrentamientos tribales y que han costando más de cuatro
millones de víctimas, todo el mundo parecía desconocer la existencia de estas matanzas que
únicamente interesaban a los propios afectados?.
Con motivo de estas elecciones se ha llevado a cabo un censo, que no se había
actualizado durante muchos años y en el que se han inscrito a 25 millones de electores, se han
abierto 50.000 oficinas de voto. Para llevar a cabo las campañas han utilizado 23 aviones y 63
helicópteros, han llegado unos 2.000 observadores internacionales, movilizado 75.000 policías y
el coste total de la operación ha sido de 458 millones de dólares financiados por la comunidad
europea.
De los 33 candidatos que se habían presentado a las elecciones, en la primera vuelta han
caído todos excepto el actual presidente y su rival Bemba, antiguo señor de la guerra que
abandonó las armas porque le ofrecieron ser uno de los cuatro vicepresidentes del país.
Aparentemente, las elecciones transcurrieron sin novedad, pero al día siguiente de la publicación
de los resultados tuvieron lugar serios enfrentamientos en la capital entre estos dos candidatos a
la presidencia que costaron la vida a unos 35 personas, según la versión oficial, y a más de un
centenar según el rumor de la calle.
El 15 de octubre comienza la segunda vuelta que terminará el 28 conociéndose poco
después el resultado definitivo de las elecciones. Dicen que todo está en calma, pero los
interesados procuran sensibilizar a sus partidarios e incluso les invitan a que estén preparados
por lo que pudiera ocurrir el día señalado. Aquí no pasa nada, esa es la imagen que quieren dar a
conocer a todos, pero da la casualidad que el periódico y el canal de televisión de Bemba han
sido destruidos por un incendio. Parece ser que fue un accidente “fortuito” de uno de los
electricistas que trabajaba en las instalaciones.
9. Kabila había basado su campaña en el trabajo de pacificación que había llevado a cabo en
el país haciendo desaparecer todos los focos de tensión que ocasionaban tanta muerte y
destrucción. Todo el Este del país estaba en llamas y consiguió que los diferentes grupos
armados depusieran las armas. Pero de nuevo da la casualidad que han empezado los
enfrentamientos en esa región. Dicen que es una lucha tribal y que pronto será sofocada, pero
eso lo decían con anterioridad y los enfrentamientos llevaban cuatro años. Por si acaso, el
presidente está militarizando la capital y en ella ha acuartelado las tropas de los alrededores. Yo
creo que será él quien vaya a ganar, pero qué pasará cuando vuelvan a sus países los militares
extranjeros que garantizaban la paz durante todo este tiempo de elecciones?
- No hay como el hambre para ver visiones. Y como hambre tenemos hasta para exportar,
cada cual se esfuerza en encontrar un “modus vivendi” para salir de apuros y los más
espabilados aprovechan estas circunstancias para tratar de vivir a costa de la ignorancia de los
demás.
No hace falta esperar que se acerquen las Navidades puesto que ya gozamos de la
presencia del Mesías entre nosotros. Primero no llegaba mas que a la categoría de Juan Bautista
pero desde comienzos de año ha llegado a ser el Cristo Resucitado. Lo podéis tomar en chufla
pero quien hace la propaganda de su excelsa figura no se ríe cuando habla de su persona. Se
trata de la última religión que ha aterrizado por estos lugares.
Él es un mulato, que dice tener estudios universitarios y ha pasado varios años en Bélgica.
No sé si ha hecho los estudios que pretende hacernos creer pero al menos habla francés
correctamente. Predica unas teorías muy interesantes para sacar al país del abismo en el que se
encuentra. Desgraciadamente las autoridades no le hacen caso y por eso estamos como
estamos. Tiene un cacao mental y mezcla con algunas ideas del Antiguo Testamento con temas
de desarrollo, progreso y trabajo.
La gente no está por hacer caso a sus ideas ya que están cansados de teorías que no
conducen a nada y lo que quiere son hechos. Durante sus predicaciones pide una contribución en
metálico a sus oyentes con la promesa de que multiplicará sus óbolos transformando lo poco en
mucho y lo mucho en incalculables cantidades de dinero. La verdad es que la pobre gente que no
tiene un duro en el bolsillo ni conoce la forma de lograrlo, se deja embaucar por estos charlatanes
y cae en la tentación de encontrar una salida rápida a su trágica situación y colectan entre los
familiares para que el milagro sea más espectacular y redunde en beneficio de la sufrida familia.
Y para demostrar lo mucho que hace por el bienestar de sus seguidores, pregona sus
excelencias a quien le quiera oír, porque dice que ha construido un palacio de deportes inmenso,
un hospital grandioso y ultra moderno, círculos recreativos de maravilla donde todo es gratuito,
ahora está terminando de construir una universidad.
Todas estas maravillas sólo cuentan con una pequeña pega y es que todo es invisible para
los que no tienen fe en su doctrina. Solamente ellos podrán ver y gozar de estas realizaciones. La
fe no solamente traslada montañas, sino que es capaz de crear paraísos terrenales para el
disfrute de los fervientes seguidores. Precisamente, los que crean en su palabra y en su mensaje
verán multiplicados sus donativos. Esa es la señal evidente de quién tiene fe y quién carece de
ella. Por eso, algunos ven cumplidas sus ilusiones y muchos se quedan a dos velas porque no
han creído en el resucitado.
Y como prueba de su divinidad, asegura que es la segunda vez que nace de mujer. La
primera fue en Occidente, y como en Europa le hicieron caso, de ahí la riqueza y el progreso del
Primer Mundo. Ahora ha vuelto a nacer, pero de madre negra y como Dios es blanco, lo lógico es
que sea mulato y viene a Africa para que creyendo en su venida, como lo hicieron los europeos,
puedan también los negros alcanzar el progreso de occidente. Pero todo no se consigue con
10. “pedid y recibiréis” puesto que hay que trabajar y trabajar seriamente, porque el trabajo aumenta
la producción y los bienes y de esta forma se puede construir un mundo mejor. Que así sea.
¿Trabajar? ¿Dónde? Pero si las empresas no pagan a sus obreros. No queda otra salida
que la agricultura si los militares no roban la cosecha o la búsqueda de oro y otros minerales que
requieren un gran esfuerzo y son muy mal recompensados. Lo cierto es que el gran Mesías está
dos o tres días reclamando la fe, es decir, el dinero de sus posibles seguidores para que tengan
la dicha de gozar del milagrito de la multiplicación de sus ofrendas, pero antes de que la gente se
de cuenta de que sus bolsillos siguen igual de vacíos que antes y empiece a pedir explicaciones o
exijan dinero atrás o le linche en plena conferencia, desaparece sin dejar rastro y va a predicar su
mensaje salvador a otros pueblos para seguir enriqueciéndose a expensas de la gente sencilla
que no sabe qué hacer para salir de su miseria.
- De cada cuatro, tres vehículos de transporte público circulan sin retrovisores ni bocinas,
principalmente los taxis y pequeños autobuses. Sin embargo las calles de la capital están
saturadas de policías de tráfico, más interesados en descubrir caras nuevas sobre las que caer
en picado para buscar motivos por los que imponerles una multa, que preocupados en ordenar la
circulación, o enseñar a conducir con prudencia protegiendo a los peatones que constantemente
ponen en peligro su vida al atravesar las calles, ya que los semáforos que se coloraron en su día
con grandes manifestaciones de orgullo por ser signos de modernidad, desde hace bastante
tiempo han dejado de funcionar y cada cual se aventura como puede por entre los coches que
circulan sin límites de velocidad por las arterias de la ciudad, para poder alcanzar el lado opuesto
de la calle y llegar hasta el mercado, la escuela o a sus lugares de trabajo.
Cuando se les ve maniobrar, uno se da cuenta de que efectivamente no son unos
elementos demasiado necesarios para conducir correctamente y evitar los accidentes. Por
ejemplo, todos los pequeños autobuses, quien hace de intermitente es el cobrador. Además de
encargarse de “plegar” bien a los clientes para que entren el mayor número posible, cobrar el
dinero de lo viajeros, una vez puesto el coche en marcha él va de pie, al exterior y sobre el
parachoques trasero. Es el encargado de transmitir las señales al conductor e indicarle los
lugares en los que tiene que parar a lo largo del recorrido. Según la intensidad y la frecuencia de
los golpes sobre la chapa del vehículo, el conductor se da cuenta si debe acelerar o disminuir la
velocidad y si los golpes son dados en uno de los laterales, es la señal de que puede colocarse
en el carril central y pisar el acelerador para llegar antes que los demás a la parada siguiente y
“robar” los pasajeros a los demás autobuses de ese recorrido.
El claxon se soluciona utilizando las cuerdas vocales con cierta violencia de expresión.
Para ello, los cobradores cuentan con un amplio repertorio de piropos, según sea la persona a la
que va dirigida, una señorita, un blanco, otro chofer... cada cual recibe una dedicatoria más o
menos gracioso, hiriente, o un grito aterrador para poner las piernas del peatón en movimiento
acelerado si el sueño mañanero le impide activar las reacciones cotidianas que debe utilizar para
sortear los obstáculos con los que normalmente se puede encontrar en su camino.
Los taxistas piden a sus clientes que les indiquen el momento oportuno para girar en un
cruce de calles y que les orienten si viene algún coche cercano por su derecha o si puede seguir
maniobrando la marcha atrás sin peligro de arrugar los faros al coche estacionado al borde de la
acera.
Todo ello no es sino una muestra más de la constante degradación de costumbres que van
convirtiendo en normalidad lo que hasta hace unos años era considerado como una infracción.
En todos los aspectos de la vida y de la convivencia el deterioro es cada vez más visible y en
lugar de intentar corregirlo nos vamos acostumbrando a los nuevos usos y costumbres y
admitiendo lo malo con naturalidad.
11. - No son fáciles de entender las enfermedades sociológicas o psicológicas y mucho
menos si están rebozadas de culturas para nosotros no muy conocidas. Hace unos días visitaba
los enfermos del hospital y saludando a unos y a otros, le pregunté a un chico que sabía que
sufría de vértigos y mareos, que de dónde le venía la enfermedad. “Dios me la ha mandado”, me
dijo. “Venga, venga, que llevo muchos años en la parroquia para que me contestes cualquier
cosa, dime la verdad”. Después de mucho insistir me contó la verdad o aquello a lo que él atribuía
el origen del mal.
Resulta, que su padre se casó sin el consentimiento del abuelo y éste no quería no quería
que naciera el niño que estaba ya en camino. De ahí que desde hace unos años, el abuelo, que
ya ha pasado a mejor vida, sigue mostrando su descontento y como nació sin su consentimiento
no le quiere nada y la hace la vida difícil. Se le aparece de noche y le arma unas trifulcas de
campeonato. Cuando están todos dormidos le mueve la cama, le quita la manta, pega en las
paredes, da gritos, y cuando él, presa de pánico le mira a la cara al espíritu del abuelo, cae
desvanecido y se despierta en el hospital.
Han recurrido varias veces al hechicero pero lo único que le aconseja es que no le mire a
la cara. Todo es inútil. El viejo tiene tal genio que no hay forma de calmarle. Han intentado
ofrecerle sacrificios, pero no les hace ni caso.
Otro enfermo que estaba escuchando el relato entró directamente al trapo y le dijo: “Pero
ten cuidado, no le digas estas cosas al médico porque no te va a prescribir más inyecciones.
Primero, recibe las inyecciones del hospital y luego vuelves donde el hechicero para ver si
encontráis la forma de llegar a un acuerdo”. Así está la vida. Menos mal que no se le ocurrió
pedirme que intercediera por él porque no sé en qué lugar hubiera quedado.
Feliz vuelta a la normalidad después de unas vacaciones que espero hayan sido
agradables y reconfortantes.
Un abrazo.
Xabier