El abogado de los Arrieta se queja ante la embajada de España por la presenci...
Kilima 85 - Junio 2010
1. KILIMA 85 Junio 2010
Queridos amigos:
Lo normal es que cuando se oyen algunos relatos sobre los acontecimientos que
ocurren en el país, se pueda exclamar o pensar para sus adentros: “Eso no puede ser verdad.
¡Qué forma de exagerar!”. Y es que son incomprensibles la mayor parte de las cosas que
ocurren en este aqui y que van haciendo cambiar la mentalidad popular, de forma que lo que
hasta ahora era considerado como incomprensible entra a formar parte de lo que se considera
“normal”.
Seguimos con la guerra en el Este del territorio nacional. Para vuestra tranquilidad os
diré que esa zona está a unos 1.300 Km. de aquí. Allí están afincados muchos grupos militares
que guerrean por su cuenta, sin ninguna relación entre ellos y con un objetivo común:
aprovecharse de la población, abusar, violar, reducirlos a esclavos que trabajen por sus
intereses y apoderarse de las riquezas de aquellos contornos: coltán, oro, manganeso, marfil,
orangutanes, madera, … que lo extraen por Rwanda o Uganda y circula hacia los países del
primer mundo, hasta llegar incluso al Japón. Con la venta de esas riquezas compran armas y
municiones y la “fiesta” continúa. Creo que habría que hacer un embargo sobre las armas
destinadas a estos países e implantar un certificado de origen sobre ciertos minerales más
codiciados, como se hizo hace unos años con los diamantes, para impedir la exportación
impune de toda esta riqueza.
En toda esa zona están actuando el ejército de Rwanda, del Congo y una serie de
movimientos guerrilleros que, según los momentos, se cambian los uniformes y nadie sabe
quiénes son los que se encuentran ante ellos. La gente ve los uniformes pero no siempre están
al unísono con la lengua que hablan porque se les hace raro oír kinyarwanda a gente que viste
el uniforme congolés. La radio nacional habla constantemente del avance de sus tropas y de
las derrotas inflingidas al enemigo pero nunca dar a conocer los robos, los asesinatos, las
violaciones que han cometido esas valerosas tropas.
Se les propuso a los militares rebeldes que estuvieran dispuestos a deponer sus armas,
que entrarían a formar parte del ejército nacional, conservando el grado que tenían y también
sus salarios. Al comienzo de esta operación hubo como una vuelta a la normalidad, pero poco
después, viendo que el gobierno congoleño no respetaba sus promesas, se volvieron a las
andadas y cada movimiento volvió a ocupar su antigua zona de operaciones.
Se hacen muchas reuniones, se firman muchos acuerdos sin que jamás entren en vigor.
Mientras tanto, van surgiendo nuevos grupos guerrilleros con el apoyo de las multinacionales
a quienes les ayudan a apoderarse de las riquezas sin que ellos tengan que dar la cara.
Dicen que antiguos soldados rwandeses se han pasado al ejército nacional y son los
que están cometiendo toda clase de atropellos vistiendo el uniforme del ejército nacional. La
gente vive aterrorizada y se escapa a refugiarse en la selva. Son más de cinco millones de
muertos sin que la comunidad internacional muestre la menor inquietud por cuanto está
sucediendo. Algunos piensan que lo que pretenden con esta forma de actuar es que toda esa
zona Este se vacíe de gente y pueda ser poblada por los rwandeses que llevan tiempo soñando
en instalarse en el Congo porque la densidad de su pequeño territorio no les permite aumentar
la población.
2. Pero para que sigamos viendo cómo no es fácil creer en lo que ocurre en este país,
todas las formas de conseguir dinero son permitidas, incluso por los tribunales de justicia. Si
alguno tiene un asunto pendiente en el tribunal y está citado a presentarse un día señalado y
por la razón que fuera llega con retraso, es multado con 100 $ para que se pueda abrir su
dossier. Sin embargo el presidente del tribunal puede llegar con horas de retraso o no llegar en
absoluto y eso no es objeto de sanción.
Hace unos cuatro meses, unos treinta y tantos altos directivos de la gran empresa
minera, fueron apartados de sus puestos de trabajo y obligados a permanecer en sus casas
hasta que se esclarecieran las irregularidades que habían notado en sus servicios. Entre una
de las muchas operaciones que realizaban y que les permitía enriquecerse fraudulentamente,
ante la envidia de sus compañeros de trabajo, era que desviaban el mineral bueno hacia las
empresas de nueva creación y se quedaban con el mineral de baja calidad que no producía lo
suficiente para el mantenimiento de la empresa y el funcionamiento de la misma.
Mientras tanto, las pequeñas empresas mineras de capital extranjero podían permitirse
la compra de maquinaria de explotación, coches para el personal, salarios excelentes para sus
empleados y todo eso ocasionaba un cierto malestar en la empresa minera madre, porque ni
los salarios son percibidos regularmente, ni sus cantidades son suficientes y el material con el
que tienen que trabajar es anticuado y sin piezas de recambio.
Hubo un soplo de lo que estaba pasando y al antiguo director de la empresa puso en
manos del Presiente Kabila la lista de todos los que a su juicio se estaban aprovechando de sus
puestos de trabajo e impedía que la empresa minera, que es estatal, produjera unos beneficios
que le permitieran modernizarse y llenar las arcas del estado.
Todos ellos fueron retirados de sus puestos y hubo como una ola de esperanza que
hizo pensar a los obreros que todavía su situación podría mejorarse y que las cosas cambiarían
de ahora en adelante, que la justicia no había desaparecido definitivamente, pero siempre
permanecía la duda y campeaba el temor de que todo podría no ser más que un sueño y que la
realidad se mostrara de forma diferente.
Efectivamente, así ha sido. Después de casi cuatro meses, han sido incorporados a sus
antiguos puestos de trabajo y con una especie de aureola ya que se consideran víctimas
inocentes de una decisión injusta originada por conspiradores que pretendían apoderarse de
sus puestos, cuando la verdad es que todos los trabajadores les conocen como que son los
auténticos depredadores de la empresa que se están enriqueciendo a marchas forzadas
mientras ellos tienen que esperar cada fin de mes para saber si van a poder cobrar su salario o
tendrán que aguantar con sus estómagos vacíos hasta que vengan tiempos mejores.
A los profesores de la universidad les han subido de 48 $ a 500 $ al mes, pero les
habían prometido llegar hasta 2.000 $. La situación de los establecimientos escolares es más
que deplorable: los laboratorios están vacíos, las clínicas universitarias sin enfermos, el
mobiliario desvencijado, los aseos inutilizables, los asientos escasos, de forma que quien
quiere seguir los cursos sentado tiene que llegar al aula al menos con media hora de
antelación, y muchos siguen los cursos desde las ventanas por falta de espacio material en las
aulas. Afortunadamente todos los edificios son de planta baja. Sin embargo, los diputados se
han subido sus sueldos de 500 $ a 6.000 $ además de su secretario, chófer y coche. Los
funcionarios cobran entre 50 y 150 $ pero sus mensualidades no están aseguradas. Yo creo
que los últimos de la lista somos los curas, pero nuestros sueldos no provienen del estado sino
3. de las arcas del obispado y escasamente alcanzan los 34 $ incluyendo las intenciones de
misas. La única ventaja que tenemos es que los pagos se efectúan con regularidad.
Tanto los que transportan sus mercancías por vía fluvial como por ferrocarril, si
piensan descender su mercancía en algún pueblo importante o en la capital de la provincia,
procuran bajarla en la estación anterior para verse libres del atropello de todos los servicios
estatales que aguardan la llegada de los comerciantes para sacar sus salarios: servicio de
aduanas, de limpieza, de higiene, de urbanismo, policía, etc. Los comerciantes son asediados
sin piedad porque constantemente van apareciendo nuevos impuestos, desconocidos en
general por la población, con los que tratan de sacar sus jornales y satisfacer también a sus
jefes, que aguardan en sus despachos la llegada de los agentes que han trabajado en la
estación o en el puerto, para hacerse el reparto de lo obtenido. Raras veces se acuerdan de
ingresar algo en las arcas del estado. Las protestas no sirven de nada: o pagas o te quedas sin
mercancía o la retienen expresamente unos días, los suficientes para que, por ejemplo, se
estropee la fruta que se transporta.
Una forma de sacar dinero “limpiamente” es crear asociaciones. Por ejemplo, para ser
minero artesanal, es decir, el que únicamente maneja el pico y la pala y lo puede ejercer al
exterior o adentrándose en las minas, se necesita estar afiliado en una asociación de mineros.
Dicha asociación no le protege absolutamente de nada, solamente le proporciona una pequeña
ficha en la que coloca su foto y con ella puede ir a cavar donde le admitan. Si tiene un
accidente, si queda enterrado en una mina, si queda inútil porque ha quedado atrapado en un
desprendimiento… de todo eso la asociación no corre con ningún gasto. Todo es a cuenta del
minero, pero si se atreve a trabajar en una mina y le descubren que no está afiliado, semejante
osadía le puede costar una fuerte multa e incluso la cárcel.
Desgraciadamente los accidentes son bastante frecuentes y lo que es incomprensible,
es que cada mina está “protegida” por todos los cuerpos del estado: policía, policía de minas,
representantes de la asociación, militares y todos les dejan actuar a los mineros de cualquier
manera. Ellos están no para proteger a los mineros sino para asegurar su salario ya que los
mineros tendrán que pagar una cuota por saco de mineral que saquen de las entrañas de la
tierra. Generalmente, el acceso no está permitido a los extranjeros y menos si llevan aparatos
fotográficos. Los jornales que obtienen son muy bajos pero prefieren continuar trabajando de
esta manera y poniendo en peligro sus vidas que cultivar los campos y dedicarse a la
agricultura.
Otra asociación es la que se encarga de guardar las plazas o los asientos de los
autobuses. En cuanto un autobús llega a la parada final y han descendido los viajeros, ellos se
montan en los coches, se sientan y esperan la llegada de los nuevos viajeros. Éstos, pagan al
chofer lo que cuesta el recorrido y en cuanto van a tomar asiento, tienen que darle una propina
al que está sentado en su plaza porque de lo contrario tendrá que ir a buscar otro lugar en el
que sentarse. De nada vale gritar, decir que eso no es correcto, porque el chófer no va a
intervenir en la discusión. Sabe que si toma partido en favor del cliente, todos los de la
“asociación” la tramarán contra él y no encontrará más pasajeros para sus viajes porque le
harán el vacío entre todos. Tampoco la policía va a intervenir, porque no se van a poner en
contra de una asociación “oficial” y por tanto, no queda otra alternativa que callar, pagar y
tragar saliva.
En Likasi no existe más que una cantera, de donde se saca la piedra para los cimientos
de las edificaciones, la grava y la arena… Antes, cada cual pagaba lo que quería comprar, lo
4. cargaba en un camión y se marchaba a casa. Actualmente la situación no es la misma. Se paga
a la empresa lo que se quiere comprar y ya no se encarga la empresa de cargar del camión
sino que hay otra “asociación” que es la responsable de romper las grandes peñas que han
sido dinamitadas y reducirlas al tamaño de piedras de edificación que los colocan por
montones equivalentes a la carga de un camión.
Eso es lo que dicen ellos y no hay forma de discutir. Hay que pagarles el montón de
piedra y cuentan con una cuadrilla de jóvenes que no tienen otra ocupación que la de cargar
los camiones. Yo puedo ir con mis trabajadores, pero no les dejarán actuar, solamente ellos se
encargan de ese trabajo y al final el camión de piedra me costará el doble de su precio real,
pero como no hay otra cantera, no tengo otro remedio que pagar y marcharme. Cuando
pregunto en la empresa por qué tengo que obedecer a los dictámenes de “la asociación” me
responden que se dan cuenta de lo que ocurre pero dicen que no pueden obrar de otra manera
porque es están obligados de admitirles en sus instalaciones ya que es una forma de ganarse la
vida y las autoridades les obligan a mantener esos puestos de trabajo.
El florecimiento de las sectas es un hecho sorprendente. Cada día nuestras calles se
ven más equipadas de altavoces que propagan, con grandes ruidos y músicas, el anuncio de la
Palabra, no se sabe muy bien si es la del Señor o únicamente la del señor pastor. Incluso se
han permitido levantar una carpa a escasamente 50 m. de la iglesia parroquial. Por lo menos
hasta ahora, tienen la delicadeza de no poner en funcionamiento sus altavoces y podemos
celebrar nuestras eucaristías en paz, pero me dicen los vecinos que dos días a la semana no
consiguen pegar ojo por las noches, porque aunque no tienen muchos adeptos meten tal ruido
que es imposible descansar. Se han quejado varias veces a las autoridades, pero como parece
que “los fieles” de esta iglesia ofrecen sus limosnas al alcalde, cuando llegan a la alcaldía los
quejumbrosos vecinos, el alcalde los recibe con toda la seriedad y “toma buena nota” de sus
quejas prometiéndoles poner fin inmediatamente a semejantes desmanes para que se
restablezca el silencio, pero todo sigue como siempre.
Pero en este estercolero también florecen las rosas, puesto que a veces me quedo
perplejo. En una situación económicamente muy dura, en la que muchas familias apenas
pueden pagar la escolaridad de los hijos y sin embargo, conozco una chica cuya madrina de
bautizo está ayudándola en sus estudios e incluso la ha recibido en su casa porque la familia
de la chica no tiene la forma de alimentarla. No comen todos los días, pero se reparte lo que
hay y nadie protesta porque la madre haya admitido a una más en casa teniendo en cuenta las
penalidades que tienen que aguantar. Madrina de verdad.
Un abrazo.
Xabier