1. El arte de la oratoria en los negocios
No es fácil expresarse correctamente y además captar el interés del auditorio
Domingo 13 de julio de 2008 | Publicado en edición impresa Compartir
En el mundo de los negocios hay gente inteligente, con ideas interesantes y en muchos casos
innovadoras. ¿Pero saben expresarlas? Seguramente todos tienen claro lo que quieren decir, pero
pocos saben cómo hacerlo. Estos últimos son los que triunfan, y aquí está la importancia de la
comunicación oral.
Qué duda cabe de que la oratoria cobra cada día mayor relevancia en el sector empresario. La
forma en que los ejecutivos hablan y se comunican es el patrón por el cual luego se los juzga. Por
eso hablar con claridad, entusiasmo y persuasión, más que un detalle es una necesidad.
Pero también es cierto que en las empresas no se nota todavía gran preocupación por capacitar a
sus ejecutivos en el arte de hablar bien en público. Se nota en conferencias de prensa que, en la
mayoría de los casos, están a cargo de empresarios de la primera línea gerencial.
Claro que no sólo se trata de hablar bien cuando a uno le toca ser orador, también es importante
conocer las técnicas para poder hacer una correcta presentación de la persona que hablará. Y en
este caso, de cada diez presentaciones de oradores seis son casi desastrosas.
Generalmente el público está dispuesto a darle crédito al orador, pero el monto de ese crédito
depende, en gran medida, de quien lo presente.
¿Y el mensaje debe ser siempre el mismo, independientemente del auditorio que se tenga
enfrente? Evidentemente no; el discurso debe adaptarse al destinatario. Por eso cuanto más se
sepa acerca del público para el que se hablará, mejor se podrá adecuar el mensaje a sus
necesidades. No es lo mismo hablar para estudiantes, clientes, empleados o accionistas. Cada uno
tiene características, intereses y necesidades que lo diferencian.
Saber hablar bien en público no es algo con lo que se nace. En la mayoría de los casos hay que
aprender. Es más una técnica que un don. Hay que saber transmitir las ideas. Hoy no hay excusas
para no hacerlo bien. Es que no basta sólo con tener un buen contenido de lo que se quiere decir,
además hay que saber cuál es la mejor forma de transmitirlo para que el mensaje cause el impacto
esperado.
La palabra, lamentablemente cada día más descuidada, es uno de los medios más importantes que
tiene el hombre para comunicarse, por eso hay que cuidar la manera de expresarnos porque en
ella también está nuestra manera de ser.
Por Norberto Malatesta Para LA NACION
2. LA COMUNICACIÓN EFICAZ EN LOS NEGOCIOS
1. Tras leer el texto selecciona un TÍTULO y un SUBTÍTULO que capten la atención del lector.
Repaso:
Una noticia tiene tres partes importantes: titular ( antetítulo, título y subtítulo). Lid o
entradilla es el primer párrafo de la noticia, y en ella debe darse la información principal.
Las respuestas a las cinco “W”.Cuerpo de la noticia
2. Escucha atentamente al Sr. Julio Rodríguez, Director de la compañía Avanda Consultores
(Compañía especializada en el desarrollo de acciones formativas a medida y proyectos de
consultoría dentro del ámbito de los Recursos Humanos de la empresa) donde explica con
claridad las principales características del buen orador. Toma nota de:
a. Claves para comunicarnos bien:
b. Las 5 características que definen al buen orador:
c. ¿Qué opina el Sr. Rodríguez sobre el sentido del humor?
d. ¿Cómo evitar el “ quedarnos en blanco”?
e. Según el Sr. Rodríguez ¿cuánto tiempo requiere preparar una buena
conferencia?
f. ¿ Cómo define la “timidez”?
g. ¿ Qué porcentaje de nuestra exposición se centra en el leguaje no verbal?
h. ¿ Qué significa el concepto “austeridad en nuestras presentaciones”?
3. Compro o No compro. Ahora nos toca poner en práctica todo lo visto a cerca de la
comunicación eficaz en la empresa. Tenéis 15 min. para elaborar una estrategia de venta
eficaz para un producto concreto. Poned en práctica las características del buen orador.
Vuestros compañeros podrán comprar un solo producto.Toma nota de las fortalezas y
debilidades de las exposiciones de vuestros compañeros.
"Dímelo y lo olvidaré, enséñamelo y lo recordaré, involúcrame y lo aprenderé"
( Confucio)