Buscamos siempre una razón para vivir sin pensar si quiera que es un milagro todos los días que respiramos y nos centramos aburridamente en buscar un motivo para vivir cuando tenemos muchos
LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTO
La oportunidad de la Vida
1.
2. La vida es uno de los mayores misterios de la
existencia humana, un misterio tan profundo como
la muerte. Ambos misterios están íntimamente
conectados en el ser humano puesto que la
persona, a diferencia del resto de seres del
universo, tiene la capacidad de reflexionar sobre sí
misma y hacerse preguntas trascendentales: ¿Cuál
es el origen del universo? ¿De dónde surge la
vida? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué he nacido en
este siglo y no en otro en concreto? ¿Qué hay
después de la muerte? ¿Existe Dios? ¿Qué es el
alma?
3. La vida es un regalo si tenemos en cuenta el misterio del tiempo.
Es decir, las agujas del reloj avanzan de forma constante, por
tanto, conviene practicar el carpe diem para recordar que el aquí
y el ahora es un tesoro fundamental que suma felicidad al
corazón. La relación que el ser humano tiene con la vida también
se muestra en la relación que tiene con el tiempo. Existen
personas que viven excesivamente centradas en el pasado, en
ese caso, surge la melancolía. Otras personas viven
excesivamente centradas en el futuro, en ese caso, surge la
ansiedad. Por el contrario, las personas más felices, las que de
verdad se sienten bien consigo mismas
4. es sucede a muchas personas de edad adulta que, al
buscar en sus recuerdos, encuentran siempre una
oportunidad que un día dejaron pasar considerando
que era lo mejor y que, ahora, sin embargo, creen que
fue el mayor error de sus vidas. ¿Están en lo cierto y
realmente fue un error? ¿O hicieron bien en dejarlo pasar?
En ese caso, ¿por qué esa oportunidad todavía da vueltas
en su cabeza?
A menudo, cuando se nos presenta una oportunidad en la
vida, sea del tipo que sea, la primera emoción que nos
asalta es la excitación. Pero, seguido de esta, aparece
otro sentimiento que casi siempre adquiere más
fuerza que el primero: el miedo.
5. Algunas oportunidades solo aparecen una vez en la
vida. Y para saber aprovecharlas hay que atreverse a
superar la barrera del miedo a lo desconocido y la
barrera de la comodidad que supone el círculo de
confianza. No cabe ninguna duda de que las
oportunidades no siempre resultan fructíferas. Es cierto
que si nos cambiamos de trabajo o si intentamos
mantener una relación con una persona las cosas puede
que no salgan bien. ¿Pero cómo lo sabremos si no lo
intentamos? ¿Merece acaso más la pena arrepentirse en
el futuro por no haberlo intentado? La respuesta es un no
rotundo. Siempre es mejor arrepentirse de haber hecho
algo que lamentarse de no haberlo hecho.
6. Podemos llevar esto, incluso, a un tema mucho más
banal. Pensemos en otro ejemplo: el de un chico o una
chica que le gusta mucho un peinado, pero que no se
atreve a llevarlo porque esto supondría cortar el pelo y se
arriesga a pasar varios meses hasta poder volver a su
peinado anterior si es que no le convence su aspecto con
el nuevo peinado. ¿Qué es mejor? ¿Acordarse de que le
hubiese gustado llevar ese peinado cada vez que vea a
alguien que lo tenga y sentir una espina clavada o poder
decir: lo probé?
Podemos resumir todo esto en una frase: Es mejor
arrepentirse de haber hecho algo que arrepentirse de
no haberlo hecho.