El documento reflexiona sobre cómo los educadores enfocan su trabajo y propone que consideren cambiar su perspectiva y flexibilizar sus pautas de comportamiento. Sugiera que en lugar de mantener "la misma manera" de hacer las cosas, deberían entrenar su capacidad de cambio y movilizar las historias de los estudiantes para ayudarlos a aprender, soñar y cambiar. También recomienda el proyecto Hablemos del MAR en Madrid y la colección de libros "Reggio Children" como ejemplos de cómo es posible un enfoque alternativo.

1. ¿Qué es importante enseñar? Y
lo que es más difícil…¿cómo?
Una reflexión para los que van a ser
educadores

2. ¿Y si buscamos otro punto de partida?
La misma manera de enfocar los lunes
La misma manera de ver Rajoy
La misma manera de ir en metro
La misma manera de plantearte los problemas
La misma manera de razonar
El mismo discursito en la cabeza
El mismo sitio en clase al lado de la misma gente
La misma manera de despertarte por las mañanas
La misma manera de entender a la gente
La misma manera de sentir, de adjudicar sensaciones a lo que se vive
No se trata de ser otro sino de entrenar la capacidad de cambio,
Además,
¿somos educador@s? ¿animador@s? ¿integrador@s?
¿no pretendemos hacer, provocar, facilitar, garantizar que la gente aprenda,
sueñe, cambie…?
¿aprender no significa realmente incorporar cambios?
¿no debería ser la persona que pretende educar, ayudar, una experta en el
cambio?
¿somos capaces de flexibilizar nuestras pautas de comportamiento para movilizar
“historias”?

3. Sugatra Mitra nos ayuda a plantearnos algunas cuestiones básicas en este vídeo

4. Un proyecto en concreto que nos demuestra que es posible:
Hablemos del MAR (curso 2014-2015, Madrid)

5. Unos libros imprescindibles
Con la colección “Reggio Children” la
Associació de Mestres Rosa Sensat
difunde la experiencia pedagógica de la
ciudad italiana de Reggio Emilia, y rinde
un homenaje a Loris Malaguzzi, el creador
de estos laboratorios de pedagogía que
son los parvularios municipales de Reggio.
“En los libros escritos por los
adultos, de hecho, las palabras
atribuidas a la voz de los niños a
menudo adquieren una extraña
dulzura artificial que les hace
perder la espontaneidad y
originalidad (…) Pero niños y
niñas hablan, y siempre han
hablado, a pesar de que sus
palabras raras veces han sido
escuchadas o han dejado alguna
huella(…) Dar voz a los niños
significa dotarlos de su derecho
a ser protagonistas de su vida
(…)” Sergio Spaggiari