1. LOS INTELECTUALES DE EL SALVADOR
Pierre André Blondy
Los intelectuales al encontrarse desorganizados, cada quien halando por su lado, imbuidos en sus proyectos
culturales, técnicos o científicos, a nadie le importa, porque los libre pensadores aislados e incomunicados
no representan peligro.
Tampoco constituyen competencia para los “intelectuales” del sistema, que aparecen en los principales
medios de comunicación, en entrevistas o reportajes sobre sus esculturas, poesías, pinturas, ensayos, etc., de
igual forma, para aquellos “intelectuales” que andan en la rebusca de la nombradía, a través de aparecer a
como dé lugar en alguna foto de un medio escrito o virtual, tratando de que los entrevisten a toda costa, para
dar a conocer su “sapiencia”.
Nos encontramos con:
El “intelectual” mediático.
Comúnmente conocido como “analista”, esta persona opina de todo, porque la todología es su especialidad,
y la expresa con poses de eminencia, él no duda, de que sus argumentos son la quinta esencia, es decir,
conoce de todo, pero no domina absolutamente nada.
El “intelectual” protagónico
2. Es el que está presto a aparecer como entrevistado o articulista, él se cree el orientador de las masas, es el
que da línea en mensaje descodificado, maneja magistralmente una retórica tautológica, es el supuesto
descubridor de los principios, de la composición material y de los fines últimos, habla demasiado y no dice
algo que valga la pena.
El “intelectual” cientificista
Aborda cualquier temática desde el punto de vista “científico”, se cree incuestionable, esta convencido que
es erudito, porque puede mencionar los pocos libros que ha leído, no puede hablar o escribir sin mencionar
a Gramsci, Feuerbach, Mariátegui, Marx u otros. Este sujeto se cree de izquierda sesuda y considera que los
análisis estructurales pertenecen al pasado, porque hoy con el postmodernismo las categorías de análisis
como por ejemplo la lucha de clases y el imperialismo, están pasadas de moda, son los iluminados que no
alumbran.
El intelectual mercenario
Es aquel que se vende sus servicios a cualquiera que se los compra, ataca y contra ataca, pero guarda la
apariencia de no ser escritor a sueldo, expone falacias a diestra y siniestra, las explica de forma novelesca
rimando con el absurdo algunas veces y otras con la ciencia ficción, para él, lo importante es desprestigiar a
una persona o institución, es decir, son “moralistas” impúdicos.
El intelectual maquilero
Son los que trabajan en universidades privadas y reciben un salario precario que no les alcanza ni para
cubrir la canasta básica, no obstante, los dueños de esos centros comerciales de venta de títulos, los hacen
trabajar sin descanso, incluso estos intelectuales se llevan trabajo para la casa para hacerlo en la noche y en
los fines de semana. Los dueños de esos antros de la “educación” los explotan sin misericordia, y además de
toda la carga docente y administrativa que no alcanzan a hacer en las horas laborales, le exigen que hagan
investigación científica.
El intelectual institucionalizado
Es el que trabaja con onegés, organismos de cooperación internacional e instituciones especializadas de
algún organismo regional, continental o internacional. Sus escritos su puros e impecables de
“imparcialidad”, son verdaderas obras “asépticas”, repletas de gráficos, imágenes, cuadros, figuras, mapas,
etc., al principio de la investigación tiene un informe ejecutivo y al final una gran cantidad de anexos. Sus
escritos deben rimar con los intereses de quienes les pagan las “investigaciones”.
El intelectual aristócrata
3. Esta es una elite compuesta por los intelectuales mejor cotizados nacional o internacionalmente, es un
grupo cerrado, asemeja una secta, manejan una red de corrupción que les permite transar e
intercambiarse de forma confidencial entre ellos información sensible sobre los proyectos de inversión
pública o de investigación, financiados por organismos internacionales o agencias de cooperación del
primer mundo.
Los intelectuales de la plebe
Son los antisistema, es decir, los “outsider”, son de izquierda y no militan en partidos políticos, porque sino
dejan de ser intelectuales para convertirse en ideologos y justificadores del estatus quo, además, a las
dirigencias de los partidos políticos no les agrada que estos intelectuales pertenezcan a sus organizaciones,
porque serían los primeros que se opondrían a la corrupción y a las acciones gubernamentales
antipopulares. Estos intelectuales no son entrevistados por lo medios de comunicación, porque sus
respuestas incomodan a los periodistas y sus planteamientos teóricos están en franca oposición con los
intereses de los grupos de poder económicos y políticos, prefieren mantenerse cerca de las organizaciones
sindicales, gremiales, obreras, campesinas e indígenas.