1. TEMA 9-EL SIGLO XVIII: EL REFORMISMO BORBÓNICO Y LA ILUSTRACIÓN
A-Introducción:
El siglo XVIII se inicia en España con un cambio de dinastía, fruto de una larga Guerra de Sucesión.
Por ella, se asientan en la Corona española los Borbones, de origen francés. A partir de ella, los Borbones
van a cambiar por completo la estructura multinacional de la monarquía hispánica por una estructura política
centralizada, avanzando así en el absolutismo. También varía nuestra política exterior, estableciéndose
alianzas con Francia y volcándonos progresivamente en la defensa del imperio colonial. Este imperio también
sufre cambios en su organización política. Pero los cambios políticos, trascendentes, no se acompañan de
grandes cambios económicos, sociales y culturales, por más que el reformismo ilustrado se haga fuerte,
sobre todo con Carlos III. Pero la Ilustración es un fenómeno de minorías, y sus críticas no son
revolucionarias.
Los Borbones en el siglo XVIII son Felipe V (1700-1746), Luis I (1724), Fernando VI (1746-1759),
Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808).
B- LA GUERRA DE SUCESIÓN Y LA POLÍTICA EXTERIOR EN EL S. XVIII:
En 1700 murió sin descendencia Carlos II. Su testamento favorecía a Felipe de Anjou, nieto del rey
francés Luis XIV de Borbón. Pero las potencias europeas no lo aceptan y crean una gran alianza
encabezada por Inglaterra, Holanda y Austria, que apoya al candidato austríaco el archiduque Carlos.
Estalla la Guerra de Sucesión Española (1701-1714).
Esta guerra, por un lado, fue un conflicto internacional en el que Francia se jugaba la hegemonía
2. sobre Europa. Pero por otro lado fue una guerra civil, que enfrentó a Castilla, que apoya a Felipe V, con la
Corona de Aragón, que apoya al archiduque deseando mantener la monarquía multinacional y su
autonomía, pues teme el centralismo y el absolutismo francés.
La guerra tuvo muchos vaivenes, En Europa se decantó por los aliados. Pero en España, tras una
fase de triunfos del archiduque (entrada en Madrid, ocupación británica de Gibraltar -1704- y de
Menorca), se vuelve a favor de Felipe; tras la batalla de Almansa (1707), controla Aragón y Valencia.
Pero el momento clave es 1711, cuando el archiduque Carlos accedió al trono imperial alemán.
Inglaterra ya no lo quiere como rey también en España. La paz se alcanzó en los tratados de Utrecht (1713)
y Rastadt (1714). Cataluña será sometida en 1714.
Se reconoce a Felipe V como rey de España y de las Indias. Pero se ceden los territorios en Italia y
Países Bajos, e Inglaterra se quedaba con Gibraltar y Menorca.
Las grandes líneas de la política exterior española en el siglo XVIII serán:
1-Recuperar territorios italianos y lograr reinos para los hijos de Isabel de Farnesio, segunda esposa
de Felipe V. Será una costosa tarea, pero se lograrán los objetivos.
2-Recuperar Gibraltar y Menorca de manos británicas; Se logra recuperar Menorca (1783 y,
definitivamente, e 1802), pero se fracasa reiteradamente ante Gibraltar.
3-Fortalecimiento del control de las Indias. Se postula un progresivo enfrentamiento con
Inglaterra en el Atlántico por su amenaza a las posesiones españolas en las Indias.
Para los tres objetivos, se establece la alianza con Francia, concretada en los Pactos de Familia
sucesivos: el Primer Pacto de Familia (1733), dio la corona de Nápoles al infante don Carlos (futuro Carlos
III). El Tercer Pacto de Familia (1761) supuso la participación de la España de Carlos III en la guerra de los
Siete Años y en la guerra de Independencia de los Estados Unidos, siempre contra Inglaterra. Esta última
fue favorable, pero no se recuperó Gibraltar.
C-POLÍTICA CENTRALIZADORA Y REFORMISMO BORBÓNICO
Los Borbones supondrán importantes cambios en la estructura del Estado. Serán introducidos
esencialmente con Felipe V (1700-1746). Medidas centralizadoras, con el objetivo de hacer un estado más
eficaz y una monarquía fuerte y unificada, siguiendo el modelo francés. Se adoptaron novedades importantes:
3. ● Decretos de Nueva Planta (1707 Aragón y Valencia, 1715 Mallorca, 1716 Cataluña): Abolición de
los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón. Los fueros de las provincias vascas
y Navarra se mantuvieron ya que apoyaron a Felipe V durante la Guerra de Sucesión. Los Decretos
suponen la unificación jurídica e institucional, por la vía de la “castellanización“ general de las instituciones.
● Nuevo modelo de administración territorial: división del territorio en provincias; sustitución de los
Virreyes por los Capitanes Generales como gobernadores políticos de las provincias y presidentes de las
Reales Audiencias, que se mantienen para las cuestiones judiciales; y siguiendo el modelo francés, se
creó la figura de los Intendentes, funcionarios encargados de las cuestiones económicas.
● Quedan unas Cortes, las de Castilla; acogen representantes de todos los territorios; tienen poder
mínimo (jura del heredero, aprobación dócil de leyes...) y apenas serán convocadas.
● Los Borbones también reformaron la administración central consolidando el establecimiento de
una plena monarquía absoluta. Se suprimieron todos los Consejos, exceptuando el Consejo de Castilla
que se convirtió en el gran órgano asesor del rey. También pervivió el Consejo de Indias. Se crearon las
Secretarías de Despacho (Estado, Guerra, Marina, Hacienda, Justicia e Indias), antecedentes de los
ministerios. En 1787 se establece la Junta Suprema de Estado, antecedente del Consejo de Ministros.
● Se intensifica la política regalista, que busca el control de la Iglesia nacional, como una rama más
de la Administración estatal, controlando sus ingresos y nombramientos, en contra del Papa; la
consecuencia más espectacular será la expulsión de la Compañía de Jesús (jesuítas) adoptada por
Carlos III en 1767, que se negaba a “obedecer” al Estado.
● Se intenta reformar el sistema de Hacienda. Se trató de unificar y racionalizar el sistema de
impuestos y, para ello, se llevó a cabo el Catastro del Marqués de la Ensenada (ministro de Fernando VI)
en 1749 en la Corona de Castilla. Este Catastro es un censo de todas las propiedades del reino. Se
promocionaron igualmente las obras públicas (caminos, canales…) y la Marina, para potenciar el
comercio con América.
● El reformismo ilustrado de Carlos III, punto culminante de la influencia ilustrada, a través de sus
4. ministros: Esquilache, Campomanes, Floridablanca, Cabarrus. La etapa de reformismo profundo de
Esquilache termina con el llamado motín de Esquilache (1766). El miedo a las revueltas moderará las
reformas. Abarcan reformas militares (servicio obligatorio-las quintas), sociales (legislación a favor de
dignificar los trabajos manuales) o económicas (repoblaciones en Sierra Morena, liberalización del comercio
con América, creación del Banco de San Carlos -1782-) y una política proteccionista de fomento de las
manufacturas nacionales que llevará a la creación de las Reales fábricas, grandes talleres de escasa
rentabilidad. Destacan, en Castilla la Mancha, las de Paños de Guadalajara o Brihuega, las de seda y
armas de Toledo o la Real Fábrica de Latón de Riópar (Albacete)
● El reformismo en América: como medidas políticas, destaca la reorganización de los virreinatos,
al dividir el del Perú en tres (Perú, Nueva Granada y Río de la Plata). Como medidas económicas destaca
la progresiva liberalización del comercio con América hasta los decretos de Carlos IIII (1778), que elevó
mucho el tráfico. La Casa de Contratación pasó a Cádiz (1717) y en 1790 desapareció. La sociedad
americana evoluciona: crece el descontento de los criollos ante los españoles, y va madurando su
independentismo del siguiente siglo. El siglo XVIII es el del apogeo del tráfico de esclavos negros a
América.
D-LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
Se inscribe en el marco de la Ilustración europea y francesa (espíritu crítico, fe en la razón, en la
ciencia y en la educación, búsqueda del progreso y de la felicidad popular). Los ilustrados españoles fueron
una minoría y su tono crítico fue moderado. Su afán reformista les llevó a chocar con la Iglesia y la mayor
parte de la aristocracia, y hasta con el pueblo.
Podemos distinguir varias etapas: en la primera mitad de siglo se crearon las Academias,
instrumento de difusión de las luces, Se establecieron la Real Academia de la Lengua, Historia, etc. Destacar
las obras críticas de Feijóo.
5. La ilustración llega a su apogeo en el reinado de Carlos III, representante español del Despotismo
Ilustrado, y sus ministros ilustrados. Fruto de ese interés por los asuntos económicos y sociales fue la mejora
sistema educativo potenciando la enseñanza técnica y las ciencias útiles, la creación de las Reales
Sociedades Económicas de Amigos del País, preocupadas por la difusión de las ciencias y el desarrollo
económico, y el fomento de la prensa periódica de carácter científico o literario. Entre las Sociedades
Económicas, destacar en nuestra región las de Toledo y Sigüenza, creadas en 1776, y la de Talavera.
E- LÍMITES DEL REFORMISMO: CONTINUIDAD DEL ANTIGUO RÉGIMEN
Las críticas a la sociedad estamental, a la Iglesia, a la propiedad vinculada y amortizada, solo quedan
en eso. Cuando se plantean reformas profundas, que afectan a privilegios, la propia monarquía frena dichas
reformas. Hacia 1800, se observa la continuidad del Antiguo Régimen en España:
● Sistema político absolutista: todos los poderes los tiene el rey. El llamado Despotismo Ilustrado solo
supone una nueva legitimidad, al valorar al gobierno absoluto como el más efectivo para lograr el
progreso y la felicidad del pueblo.
6. ● Sociedad estamental, sin movilidad social, con una diferenciación social basada en los privilegios
jurídicos y el linaje, no tanto en la riqueza. Con grupos o estamentos privilegiados (nobleza y clero) y no
privilegiados (Tercer Estado o Pueblo Llano: burguesía, campesinos, artesanos, vagabundos...).
Tampoco cambia mucho la mentalidad y los valores sociales dominantes (desprecio de trabajos
manuales, etc)
● Economía agraria y con numerosas restricciones: la agricultura sigue siendo la base. Las trabas se
centran en la propiedad de la tierra, mayoritariamente feudal, concentrada en señoríos nobiliarios o
eclesiásticos. El 70% de las tierras se hallan “amortizadas” (bienes de “manos muertas”, “propiedades
vinculadas” a una familia o institución): sus dueños (Iglesia, municipios o los nobles-que por el
“mayorazgo” dejan todo el señorío para el hijo mayor), no podían vender o dividir esas tierras, aunque
lo necesitaran. Así, pocas tierras se vendían, y por ello muy caras. Trabas también en artesanía
(persisten los gremios, que controlan los oficios y su producción) o en comercio (con tasas y peajes
dentro del país, que encarecen el tráfico).