1. Testimonio de una
sobreviviente:
“Yo fui afectada, emocional y
físicamente, porque cada que
yo me veo me recuerdo,
porque me quedaron muchos
recuerdos en mi cuerpo de las
heridas que me hicieron, las
balas que me metieron, a mi
me tuvieron que rajar en el
hospital, todo esto así hasta
acá, pa poderme sacar las
balas que me hicieron,
entonces pues yo antes
vestía mi ropa bien orgullosa
y todo eso, blusas corticas,
ahora ya no puedo usar eso
porque mi cuerpo quedo
marcado y aun cuando yo
quisiera olvidar no puedo
olvidar, yo perdono a los que
me hicieron el hecho porque
la biblia dice que uno perdona
pero uno no olvida, yo
siempre lo estoy recordando
cada vez que me veo,
yo lo recuerdo y los años que hacen
y hasta antual me desaparecieron y
hasta antual (me declararon con
muerta presunta) entonces ahí se
está trabando en todo eso, pero
fuimos muy afectadas, y de eso de
ahí vino muchas enfermedades para
mí, primero soy hipertensa, después
diabética, después por tanto
sufrimiento, el corazón grande y
muchas enfermedades tengo aquí,
yo era una mujer que era muy
trabajadora, ya era de hacha y
machete, para mi casa y mi hogar
yo era el hombre y mujer, yo era de
coger una pica, hacer mi hueco,
irme a trabajar como un hombre,
pero a partir de eso ya no pude
más, a las actividades que yo tenía”
(Voz de una comunera, en Informe
de Memorias de Lomitas, de la
Negación a la Resistencia,
2021:254).
2. Entre las Fiestas
tradicionales:
Las relaciones sociales y económicas del
campesinado Lomiteño se daban en distintos
niveles: entre poblados, entre pueblos
cercanos y entre ciudades cercanas. Estas
relaciones estaban marcadas por lazos
consanguíneos estrechos, entre parientes
cercanos y parientes lejanos, y/o amigas y
amigos. Los cuales afianzaban sus vínculos,
mediante alianzas matrimoniales, el
compadrazgo, los encuentros deportivos, y
sobre todo a través de las “fiestas
calendarías” (Ver Calendario de la Finca
Tradicional) y los rituales fúnebres. Donde el
futbol, las fiesta de “San Juan”, los
“inocentes”, la “adoración del niño Dios”, los
“tres Reyes”, la “Semana Santa”, “la fiesta de
la virgen”, el “San pedro y San pablo” “la
fiesta del Campesino”, las fugas, la esgrima,
los cantos fúnebres, los rezanderos y los
bundes daban coherencia al entramado social
y cultural en toda la región. Y aun cuando
muchas de las prácticas religiosas fueron
aprendidas en el proceso de colonización, la
apropiación social y cultural que lo negro hizo
de esas prácticas e ideologías, estuvo
marcado por el sincretismo y la mimetización
de sus propios acervos culturales.
Lo que Cuentan
Nuestras Fiestas:
• Pregúntale a alguien
de la comunidad sobre
las Fiestas
tradicionales.
• ¿Has escuchado de la
fiesta de Reyes?
Pregúntale a los
Mayores y Mayoras de
tu comunidad.
• ¿Cuéntanos una
historia de una de las
fiestas tradicionales?
3. La Partería Saber
Ancestral:
Durante el proceso del parto,
cuando el gestante sale del vientre
de su madre, hay un tratamiento
cultural, que las mujeres parteras
realizan de la placenta de la madre
y el ombligo del niño o la niña.
Esta correspondencia de relaciones
entre el cuerpo de la madre y el
recién nacido, entre la placenta y
el niño o la niña, y el poder-saber-
hacer de las parteras, constituye
junto a los elementos
cosmológicos, mágicos y rituales,
un complejo dinámico que permite
la relación entre la cultura y la
Naturaleza, el saber y el
Territorio.
Lo que Cuentan
Nuestras Parteras:
• ¿Has escuchado de las Parteras
de tu comunidad? Pregúntale a
los Mayores y Mayoras de tu
comunidad.
• ¿Cuéntanos una historia sobre
lo que haces las parteras?
• ¿Con qué plantas medicinales
se acompañan las parteras?
Pregúntale a los Mayores y
Mayoras de tu comunidad.
• ¿Realiza un recetario de las
plantas medicinales que
emplean las parteras, dibuja las
plantas y describe sus usos.
• Comparte el recetario con tus
amigos y amigas y planeen un
recorrido por el territorio para
buscar las plantas.
4. Testimonio de una
Partera:
Me di cuenta que ese conocimiento
que tenia mi abuela a mi me
gustaba mucho. Ellas sabían mucho
como la finada Paula Gomez, Pura y
Carolina. Cuando a una embarazada
le llegaban los dolores, ellas se
apuraban a calentar el agua,
preparaban las bolas de cebo con
las que le sobaban la barriga para
que el niño o la niña estuviera bien
con la cabeza hacia abajo. Cuando
llegaban los dolores más duros ellas
preparaban unas aguas con plantas
y le daba a beber para que fuera
rápido el parto.
Cuando el bebe ya salía ellas ponían
cuidado de que la placenta no se hubiera
enredad en su cuerpo, había que
desenredarlo con mucho cuidado, luego
era el ombligo había que medir y amarrarlo
en los dos lados y cortarlo con mucho
cuidado, para después bañarlo en agua
tibia. A las mamas les daban remedios de
plantas para que terminaran de botar la
placenta, hay mujeres que se demoraban y
eso era peligros porque la placenta esta
viva y ella se sube y puede dar preclamsia.
Cuando ya salía toda la placenta ellas
hacían un hueco y la enterraban cerca de
la casa, decían que el hueco debía hacerse
hondo para que el bebe tuviera una
dentadura fuerte. Luego venían los
cuidados de la madre para después del
parto y del niño con el ombligo. A los tres
o cuatro días de estarlo limpiando el
ombligo se le cae al niño y ahí hay que
tener mucho cuidad con él porque puede
entrarle frio cuando lo bañaba, o cuando lo
pasas por el lado de una mujer primeriza le
puede dar el pujo y hay que ponerle una
ombliguera porque po eso se le puede salir
el ombligo, tampoco se lo puede sacar a la
calle porque lo pueden ojear…