El documento describe la importancia de los trasplantes de órganos para salvar vidas cuando un órgano vital falla. Explica que los órganos provienen de bancos donde se almacenan donaciones y que aunque hay mejoría tras el trasplante, el cuerpo puede rechazar el órgano nuevo. La mayoría de religiones no se oponen a los trasplantes cuando se hace para salvar una vida. Algunas excepciones son los Testigos de Jehová, algunas sectas budistas y judíos ortodoxos.
La importancia de realizar un trasplante de órganos
1. La importancia de realizar un trasplante de órganos es principalmente que salva vidas.
Si se padece una enfermedad que afecta un órgano vital, por ejemplo una enfermedad
pancreática, se requiere cambiar el órgano enfermo por uno nuevo de lo contrario se pone en
riesgo de muerte al paciente enfermo.
Éste órgano nuevo, se ha de pedir a un banco de órganos, es una red de lugares donde se
almacenan órganos de donantes, es decir que cuando se precisa realizar un trasplante en algún
individuo, se recurre a estos lugares para obtener el órgano en cuestión.
En general, después de un trasplante se ve una mejoría en el paciente ya que la causa de su mal
estar le fue extirpada y en su lugar se insertó un órgano sano aunque, en ciertos casos, a pesar
que se hace un examen de compatibilidad previo entre el órgano y el paciente, el sistema
inmunológico del cuerpo del paciente rechaza el nuevo órgano debido a que es un elemento
extraño y el organismo lo registra como maligno, y procede a atacarlo.
La mayoría de religiones y cultos no presentan ninguna objeción contra el trasplante de órganos,
debido a que se mantiene ante todo el respeto por la vida de la persona.
Por ejemplo, la postura cristiana ante este procedimientoes que se respete y trate de resguardar
la vida de la persona, considerada como un regalo de Dios.
En coherencia con la defensa de la vida, conforme al quinto mandamiento (Ex 20, Dt 5), la Iglesia
ha sostenido la tutela de la integridad corporal : “Nadie puede disponer arbitrariamente de sus
órganos” (cf PABLO VI, Encíclica Humanae vitae, n 13).
Así “establece la doctrina cristiana, y consta con toda certeza por la luz natural de la razón, que los
mismos hombres privados no pueden, consiguientemente, destruirlos, mutilarlos o, por cualquier
otro medio, inutilizarlos para dichas naturales funciones, a no ser cuando no se pueda proveer de
otra manera al bien de todo el cuerpo”1
Algunos de los cultos que se oponen al trasplante de órganos son:
Testigos de Jehová: quienes dicen que si se trata de órganos de un donante en estado
cadavérico, no hay oposición pero se oponen terminantemente a la donación si el donante
está vivo. También se oponen a la transfusión de sangre considerada como algo único de
cada ser humano y sin éste procedimiento es casi imposible el trasplante.
“El budismo: muchos sectores y pueblos adscriptos a las enseñanzas de Buda insisten en
no tocar el cuerpo de la persona recién fallecida durante tres días completos, ya que
consideran que el proceso de la muerte no es instantáneo sino gradual y se necesitan de
esos tres días para acceder en las mejores condiciones a su siguiente rencarnación. Esto
vuelve en los hechos Imposible los trasplantes.
1
PIO XII, Encíclica Casti connubii, Roma 30 diciembre 1930, n 42.
2. Sin embargo, en otros pueblos se acepta la donación - especialmente entre personas vivas
y la extracción de órganos cadavéricos siempre y cuando la persona fallecida se hubiera
pronunciado a favor en un testamento.”2
Judíos Ortodoxos:No aceptan el trasplante de órganos sin embargo en todos los
hospitales de Israel (excepto en el hospital religioso Shaare Tzedek) se efectúan
trasplantes lo que presenta una contradicción entre las leyes sociales y religiosas
para quienes habitan el país.
2
Fragmento extraído de: http://www.leonismoargentino.com.ar/INCUReligiones.htm