El David de Miguel Ángel es una escultura de mármol de 4.34 metros de altura que representa al rey bíblico David en el momento previo a enfrentarse con Goliat. Miguel Ángel representó a David como un atleta musculoso en la plenitud de su vida para simbolizar la fortaleza y libertad de Florencia. La escultura se exhibe actualmente en la Galería de la Academia de Florencia.
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
El david de miguel ángel
1.
2. Identificación:
a) TIPO DE OBRA: escultura.
b) TÍTULO: David.
c) LOCALIZACIÓN: Galería de la Academia.
Florencia (Italia). Hasta 1947 la escultura estuvo
situada en la Plaza de la Señoría de la misma
ciudad, donde ahora puede contemplarse una copia.
d) AUTOR: Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564).
e) FECHA: 1501-1504
f) ESTILO: Renacimiento italiano. Cinquecento.
Escultura.
3. ANALISIS:
A) Análisis técnico:
FORMA: Escultura en bulto redondo. 4,34 metros de altura.
MÉTODO: Obra realizada sobre mármol, mediante cincel. Para
su realización Miguel Ángel recibió un bloque de mármol,
estrecho y muy alto, que llevaba abandonado muchos años en
la catedral de Florencia.
DESCRIPCIÓN GENERAL: El David de Miguel Ángel representa
a gran tamaño a este rey bíblico, al estilo clásico:
completamente desnudo y como atleta, que porta en su mano
izquierda una honda (apoyada sobre su hombro) y, en la
derecha, una piedra. Son claramente apreciables los rasgos
del rostro, el cabello rizado, la musculatura, la diartrosis
y el contrapposto de la figura.
5. Miguel Ángel representa al rey David como atleta,
pero no como joven atleta, sino como un hombre en la
plenitud de su vida. El artista eligió, como motivo para
la obra, el momento previo al enfrentamiento de David
con el gigante Goliat (cuya cabeza no aparece
derrotada a sus pies, como era usual en otras
representaciones). Por ello, el aspecto contenido y
expectante que nos muestra la figura, con los rasgos
típicos de un luchador que se apresta al combate. Esa
expectación se traduce en la mirada, enormemente
penetrante, y se expresa también mediante la tensión
corporal: la musculatura (e incluso los tendones y
las venas) son claramente perceptibles. En definitiva,
podemos hablar de un movimiento claramente
contenido, que se convierte en pura tensión corporal.
6. Además, para que la tensión no pueda confundirse con un
absoluto equilibrio, Miguel Ángel emplea el contrapposto y
aumenta los volúmenes de ciertas partes del cuerpo, que
vienen a simbolizar la fortaleza (no sólo ni mayormente
física) del rey David. Tales rasgos son claramente
perceptibles en el tamaño de la cabeza (cuyo canon
corresponde a 1/8 del total del cuerpo) y en la potencia y
tamaño de la mano derecha, que sujeta la piedra, arma que
el rey empleará para derrotar a Goliat. Todo ello conduce
al concepto de terribilitá que caracteriza otras obras del
autor.
Todos estos rasgos convierten a la figura escultórica del
rey David en un símbolo de la libertad, y representan a la
perfección los ideales renacentistas de belleza masculina.
7.
8. El David fue encargado a Miguel Ángel, originariamente,
por los canónigos de la catedral de Florencia (lugar
donde se encontraba el bloque de mármol en el que
se talló la obra). pero, una vez concluida ésta, y a la
vista del resultado, el gremio de mercaderes de lana
de la ciudad decidió adquirirla para situarla frente al
Palacio de la Señoría, sede del gobierno de la ciudad,
en la plaza del mismo nombre, de manera que sirviese
como una clara representación de la libertad de la
república florentina. En este sentido, la escultura es
fiel reflejo de la mentalidad existente en Florencia,
ciudad en la que los planteamientos de la burguesía
dedicada al comercio y la banca se encontraban
ampliamente extendidos.
9. Miguel Ángel concluye la elaboración de
esta escultura en 1504, cuando contaba
29 años de edad. Unos años antes había
ya realizado la Piedad del Vaticano, en la
que los rasgos de la terribilitá no son
aún perceptibles. En este sentido, el
David precede a la realización de las
obras de la tumba del Papa Julio II y, de
manera especial, a la escultura de
Moisés, en la que tales rasgos son aún
más destacables.