1. ¿Huasos, chinas? Aquí eso no existe, esta es la cueca urbana como suelen decirle, que tiene sus orígenes en la ciudad y el roto chileno y que en los últimos años ha conseguido más adeptos de lo que se pensaría . Existen muchos mitos acerca de los orígenes del baile nacional y lo que es en la actualidad. Mario Rojas, músico e investigador de la cueca, afirma que, al contrario de lo que todos creen, los orígenes de la cueca están en la ciudad. La cueca nace en el margen de la urbe, en los sectores del pueblo citadino. El padre de la cueca no es el huaso sino el roto, que es un personaje que emerge con la república y la formación de las chinganas, de ahí comenzó a formarse la cultura. Cueca brava en la Ciudad
2. La marginación que sufrió la cueca se produjo a causa de la alta sociedad de la época, que denominada habitualmente como el Chile ilustrado. El gran exponente de este baile es Nano Núñez fiel mentor de la cueca e integrante del grupo Los Chileneros El cuequero es el roto que va en contra de todos los parámetros existentes y se olvidando cualquier conducta social. Es un tipo que se mueve por todo el barrio desde la Estación Central hasta Mapocho, sin un lugar determinado. Es un gallo que va sólo y se junta con otros cuequeros y forman un grupo totalmente improvisado, espontáneo. Durante el siglo XX las chinganas se transformaron en las tradicionales “casas de huifas” similares a los prostíbulos o burdeles. Así se fue quedando al margen de la sociedad civil porque era mal visto, y por este motivo el chileno ilustrado creó un estereotipo del huaso y la china que reflejan todo un espíritu patriótico.
3. Este estilo, está forma de llevar la vida fue catalogada popularmente como cultura guachaca, ¿Quién es el guachaca? Según la Real Academia Española gachaca se cataloga como una persona de mala clase, ordinaria y acostumbrada a beber en exceso. Si bien la definición no está lejos de ser real. Hoy en día ser guachaca es sinónimo de sencillez y juerga. Se trata de imponer un estilo de vida apegado a las tradiciones, sin dejar de ser citadino. Es el famoso guachaca, el precursor de la cueca en la ciudad. Una cueca distinta, sensual, lúdica y exenta de rigurosidades. Hoy, a más de 50 años de su aparición, cobra cada vez más simpatizantes. Jóvenes (y no tan jóvenes) gozan de las múltiples tertulias nocturanas que ofrece Santiago. Basta ver los boliches universitarios, la música y la forma de divertirse para darse cuenta que hay muchos que cada día adoptan gustos similares a la del roto chileno.
4. Múltiples músicos y cantores populares se han alineado a está propuesta, acercando y renovando las antiguas tradiciones del folclor chileno. Entre ellos cabe destacar a Eduardo “Lalo” Parra, Segundo Zamora, Los Truqueros, Los Santiaguinos, Las Capitalinas, Los porfiados de la Cueca entre muchos otros. Rodrigo Torres toma este fenómeno como uno de los hitos memorables de la historia de la cueca urbana de nuestro país. Fue un golpe de timón que dio un nuevo impulso a la práctica de este genero musical entre los jóvenes de los noventa. Sea como sea, la llamada cueca urbana está dando que hablar. Después de muchos años, decenas de jóvenes (y otros no tanto) tratan de recobrar la verdadera esencia de este estilo musical, nacido en lo más profundo de nuestra idiosincrasia.
5. Cueca brava en la Ciudad María Angélica Gómez V semestre A