Para tener internet de fibra óptica, se debe contratar un proveedor de servicios de internet (ISP) cuya red esté conectada a las antenas del ISP a través de cables de fibra óptica submarinos. La instalación de estos cables involucra estudios del fondo marino para seleccionar la mejor ruta, la colocación del cable a lo largo de esta ruta enterrándolo parcialmente, y pruebas para verificar su funcionamiento y comunicación. Luego se realizan labores de mantenimiento y reparación del cable cuando sea necesario.