Los tejidos animales se clasifican en cuatro tipos fundamentales: epitelial, conectivo, muscular y nervioso. Estos tejidos se originan a partir de tres capas embrionarias y pueden ser especializados como el muscular y nervioso, o poco especializados como el epitelial y conectivo. El tejido epitelial reviste el organismo, el conectivo une u conecta órganos, el muscular produce contracciones y el nervioso transmite impulsos.