El desarrollo del trabajo colaborativo constituye una magnífica oportunidad de implementar una serie de actividades relacionadas con las tareas, objetivos, disposición grupal, interacciones, herramientas metodológicas que lleven la finalidad real de desarrollo personal, logrando con ello una sociabilización acorde a un colectivo que ofrece seguridad y afecto, así como disponer de amplias posibilidades de crecimiento personal a través del contacto con las creencias, emociones y motivaciones presentes en el trabajo.