1. mentos de mi vida y de la de aquella misma tarde en Roma. traño a la vez. En la tarde Europa después de haber creí-
mi padre, y recordarlos a mi Me llamó por teléfono, me de la llegada a Europa de mi do que iba, por fin, a cono-
manera, tal como los he sen- preguntó cómo estaba y me p a d r e , inmediatamente des- cer lo que era una verdade-
tido durante todos estos años, prometió venir a verme unos pués de su llamada telefóni- ra vida de familia.
tal como una hija puede sen- días después. Me alegró mu- ca desde Roma, una de mis P o r q u e , exceptuando mi
tirlos respecto a un padre que cho oírle y también la pers- profesoras me dijo: más tierna infancia, he cono-
ama más que a nada en el pectiva de verle pronto, por- —Shahnaz, su padre tiene cido muy poco la vida de fa-
mundo. que pocos días antes mi tía muchas preocupaciones y creo milia. Durante años estuve en
Nacida en Teherán pasé mis Ashraf me había dicho que que de ahora en adelante le internados, pasando incluso
diez primeros años en Irán papá no vendría sin duda a verá muy a menudo, pero no mis vacaciones en el colegio,
y crecí como todas las niñas, Europa aquel año. volverá a ver su país. mientras mis compañeras se
con amigas, con niñeras, con A pesar de mis trece años No comprendí ni media pa- iban todas a casa de sus pa-
institutrices que me enseña- notaba que algo grave pasa- labra y me confié al señor dres.
ron pronto l o s idiomas ex- ba en Irán, porque por pri- Mehran.
tranjeros, por los que he te- Veía muy raramente a mi
nido siempre gran pasión, y madre, la cual, desde su di-
la música, que me encanta. vorcio, volvió a vivir en Egip-
En 1950 mi padre decidió en- to, y sólo veía a mi padre con
viarme a Europa a un inter- ocasión de sus viajes a Euro-
nado de Suiza, pero, desean- pa, es decir, una vez al año.
do que permaneciera en con- De cuando en cuando me te-
tacto constante con mi país lefoneaba un tío o una tía y,
y mi lengua, hizo que me pocas veces, me hacían una
acompañase un hombre _ en- visita.
cantador, quien se convirtió
en mi protector; se llamaba
Alí Akbar Mehran, y venía
regularmente a v e r m e pajes SUFRIMIENTO
darme clases de persa, de his-
toria y geografía del Irán.
Siempre que el Sha iba a Sena falso decir que el di-
Europa, se detenía en Suiza vorcio de mis padres no me
para verme, y todos los años hizo sufrir. El divorcio me ha
yo volvía al Irán para pasar asustado siempre, porque me
las vacaciones de verano. h a c í a recordar mi infancia.
Tenía ocho años y medio Esta es la razón por la cual,
cuando atentaron contra la habiéndome separado de mi
vida del Sha en las gradas de marido hace unos años, pen-
la Universidad de Teherán. sé en mi hija antes de pensar
No comprendí muy bien lo en mí. Ella no debía sufrir
que pasaba. Todo el mundo por la separación de sus pa-
ponía una cara muy rara al dres, y creo haberlo consegui-
mirarme. Sentían lástima de do. Cuando su padre quiere
mí. Hasta mucho más tarde tenerla en su casa, no pongo
no comprendí la razón. Los la menor dificultad; muy a
corresponsales e x t r a n jeros menudo nos reunimos los tres
habían telegrafiado desde Te- y nos alegra ver a Mahnaz
herán que mi p a d r e había absolutamente t r a nsfigurada
muerto. Pero al día siguiente de felicidad.
todo se aclaró y todo el mun- Por desgracia a p e n a s he
do volvió a mirarme como de conocido a mi madre, o sola-
costumbre. mente durante mi primera in-
fancia. Enviada a un pensio-
nado, la vi muy pocas veces
ALGO GRAVE SUCEDÍ/ hasta mi mayoría de edad.
EN IRÁN Malas lenguas me han con-
tado toda clase de maldades
acerca de ella, pero nunca oí
Sólo tenía diez años cuan- que mí padre dijese absoluta-
do mi padre se casó por se- mente nada respecto a ella.
gunda vez. Yo no sabía muy El Sha y Farah Diba, en la Embajada del Irán en Lon- Era muy hermosa, voluntario-
bien de qué se trataba. Esta dres, se despiden de la pequeña princesita Mahanz, hija
de la princesa Shahnaz, poco antes de asistir a la recep- sa, inteligente y autoritaria.
ignorancia era normal a mi Quizás tenía un solo defecto,
edad. Me interesaban dos co- ción ofrecida por los Soberanos ingleses en honor de los
sas: mi padre y mis estudios. Emperadores persas, que visitaban oficialmente Inglaterra. o cualidad si se prefiere, y es
Era una a l u m n a mediana; que se había adelantado a su
buena en poesía, historia y tiempo. En Egipto, d o n d e
geografía, y mediocre en arit- creció, montaba a caballo, lle-
mética y ciencias. Asimismo mera vez toda la familia es- —No pasa nada—me dijo vaba pantalones y se maqui-
me defendía muy bien en mú- taba en Europa. Estaba mi éste—. Dentro de unos días llaba mucho.
sica, dibujo y deportes. Los abuela, Tadj ol Moluk, ins- todo se arreglará. Tai actitud, en 1940, duran-
largos años que pasé en las talada en el hotel Pedro I de Efectivamente, t r e s días te la guerra, chocaba en Irán,
montañas de Gstaad me die- Serbia, en París; mis dos tías, mas tarde todo se arregló. Mi país que aún no se h a b í a
ron una buena salud cuyos Ashraf y Shams, que viajaban padre me telefoneó desde Ro- abierto a Europa. Y nada más
beneficios siento todavía hoy. entre París, Ginebra y Roma; ma y me dijo:
estaba también mi llorado tío que por detalles tan insigni-
A partir del verano de 1953 Alí Reza, mi preferido entre —Esta vez no podré ir a ficantes se hizo muchos ene-
vi a mi padre más a menudo. todos mis tíos. Y durante el verte, ¿pero te gustaría pasar migos, e incluso rivales. Pero
Entre 1950 y 1959 su país le mes de junio Soraya había unos días en Irán? mi padre y los dignatarios de
d i o muchas preocupaciones; venido también, dejando a mi Evidentemente me habría la Corte la han r e s p e t a d o
se ausentaba raramente de padre solo en Irán. gustado mucho. Pero también siempre. Cada vez que mi pa-
Irán y creo que sabía que, en esto sufrí una desilusión. dre me habla de ella, dice "tu
cuando partía, era posible que Creo que fue la reina la que
no volviese jamás. se mostró hostil a este pro- madre" o "tu mamá", pero
Esto fue lo que estuvo a yecto, invocando la inseguri- siempre en términos amables
punto de pasar a mediados «MARAVILLOSO Y EXTRA- y afectuosos. A veces incluso
dad que reinaba en Irán. Y
de agosto de 1953, cuando en ÑO» mi padre volvió a Teherán se- me pregunta noticias suyas.
plena c r i s i s provocada por guido por la reina, su madre Esto es casi asombroso al ca-
Mossadeq, abandon¿ precipi- y luego por su hermanos, y fi- bo de veinte años.
tadamente el Irán con la rei- Esto de que llegase todo el nalmente sus hermanas. Una
na S o r a y a y se encontró mundo era maravilloso y ex- vez más me quedé sola en Princesa Shahnaz PAHLAVI
ABC (Madrid) - 06/07/1969, Página 145
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