Regreso a casa y reencuentro familiar después de una larga ausencia
1. una larguísima a u s e n c i a . Además de mi padre, de So-
Cuando se abrió la puerta del raya, de mi abuela, Tadj o¡-
avión y aparecí en lo alto de Moluk, y de mis tías, Shams
la escalera junto a mi tía, no y Ashraf, acompañadas de sus
creí lo que veía: miles de maridos respectivos, M e h r -
personas estaban sobre la pis- dad Pahlbod y Ahmad Cha-
ta para esperarnos, gritando fik, estaban también mis tíos
de alegría y aplaudiendo. Ha- Gholan R e z a (y su mujer,
bía hombres de mucha edad Homa Alam), Abdol Reza (y
y muy serios que me besaban su esposa, Parí-Sima Zand),
la mano, personal de la Cruz Mahmud Reza (aún soltero),
Roja, enfermeras, colegiales; Ahmad Reza (y su esposa, Si-
también estaba mi tía Ashraf, min Bahrami), Hamid Reza
m u y contenta de recibirnos. (quien acababa de divorciarse
D e s p u é s de los abrazos, de su esposa Minú y estaba
apretones de manos y "sala- prometido con Roma Kham-
maleks", pudimos dirigirnos, nei) y mi joven tía Fatemeh,
p r fin, a Palacio. casada d e s d e hacía algunos
Ya no conocía T e h e r á n . años con el rubio periodista
Todo habia cambiado, todo se norteamericano Vincent Hil-
había transformado. Es cier- lyer. El gran ausente era mi
to que cuando salí de la ciu- tío Alí Reza, muerto el ano
dad era muy pequeña y casi anterior en accidente de avia-
incapaz de recordar nada. ción
Unos instantes más tarde vi Estaba allí, asimismo, una
de nuevo a mi padre. ¡Qué caterva de primos y primas,
contenta estaba de verle otra el mayor de los cuales era, sin
vez! Salté a su cuello y lo duda, Shahram, h i j o mayor
apreté fuerte, muy f u e r t e . de Ashraf, aue tenia un año
Creo que le dije, si la emo- más que yo. Shahram tenía un
ción no traiciona a mi memo- hermano de diez años, Shariar.
ria: y una hermana de cuatro lla-
—Quiero estar siempre a tu mada Azadeh. Mi tía Shams
lado, siempre. tenia tres hijos, dos niños,
S h a h b a z (nueve años) y
Shahriar (seis años) y una hi-
NUEVA VIDA ja, Shahrzad, de tres años.
Mi primo Ali, hijo de Alí
Reza y de una francesa que
Entonces noté sus primeras vivía apartada de la Corte,
canas en las sienes. Mi padre tenia entonces ocho años. Mi
había envejecido, como todos tío Gholam Reza tenía dos hi-
los papas del mundo, sean re- jos; mi tío Abdol Reza, dos
yes o no. ¡Pobre papá! más; mi tío Ahmad, tres; mi
Luego e n t r ó Soraya. La tia Fatemeh y mi tío Hamid,
abracé muy fuerte, p o r q u e uno cada uno. T o d o s estos
t a m b i é n la quería mucho. primos y primas estaban en-
Siempre había sido muy ama- tre los dieciséis años los ma-
ble conmigo y parece que fue yores y a'penas unos meses los
ella la que insistió en que yo más p e q u e ñ o s . Tenia que
regresara al país. aprender pronto sus nombres,
Los t r e s hablábamos en porque otros nacerían durante
francés, porque nos resultaba los años siguientes.
más fácil, y reíamos de bue-
na gana ante esta situación.
Una nueva vida se abría an-
te mi. Se acabó el colegio, se EL CONSEJO DE SORAYA
acá b a r ó n los exámenes, se
acabaron las vacaciones sola
en mi cuarto. Iba por fin a Todo el mundo era amable
revivir... conmigo, todos me pregunta-
Una de las primeras cosas ban, me invitaban, querían
que debía hacer era conocer verme y tenerme con ellos.
verdaderamente a mi familia. Pero Soraya me advirtió:
Conocía a a l g u n o s de sus
miembros, pero no a todos, y —Ten cuidado. Esta es una
no conocía a ninguno de mis costumbre típicamente irania-
primos y primas. na. Lo mismo pasó conmigo.
Unos te dirán unas cosas,
otros te dirán otras y no sa-
brás a quién creer. Se amable
INFINIDAD DE TÍOS con lodos pero nada más.
Y PRIMOS Efectivamente, la p r e d ic-
ción de la reina resultó exac-
ta. No citaré nombres por no
Al día siguiente de mi lle- disgustar a personas que apre-
gada se organizó en el pa- cio, pero rápidamente com-
iacio de mi tía Shams una probé que el Palacio estaba
gran recepción para efectuar dividido en dos O tres clanes,
I a s presentaciones oficiales. según se quisiera a Soraya o
La Reina de Inglaterra con el 8ha de Persia, a la
salida del palacio de Buokingham, durante una visita
que el Emperador realizó a Inglaterra. A la Izquier-
da, la prlnoesa Soraya, después de la separaoión,
pasa sus vaoaclones en la Costa Brava. En la pá-
gina de la derecha, ei Sha y Farah Dlba, a su llegada
al aeropuerto de Fiumiclno, en Roma, en 1962.
ABC (Madrid) - 13/07/1969, Página 146
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