José Luis Ramos Escobar es un dramaturgo y novelista puertorriqueño que ejerce como profesor de literatura, teatro y estudios hispánicos en la Universidad de Puerto Rico. Se destaca en el género dramático, recreando realidades de la violencia en Puerto Rico. Sus obras tratan temas como la violencia en la sociedad moderna y los desafíos de sobrevivir en un mundo que consume la vida de las personas.
1. Ramos Escobar, José Luis
RAMOS ESCOBAR, JOSE LUIS
Dramaturgo y novelista puertorriqueño, ejerce como profesor de literatura, teatro y estudios
hispánicos de la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras dela Universidad de
Puerto Rico. Obtiene su grado doctoral de Brown University, en Rhode Island.
Este prolífico y polifacético autor se destaca mayormente en el género dramático y sus piezas,
muchas veces alegóricamente, recrean realidades del Puerto Rico actual en las que predominan la
violencia. En este sentido la obra dramática de Ramos Escobar se acerca a la de otro importante
joven dramaturgo puertorriqueño, Roberto Ramos Perea. La obra literaria de Ramos Escobar se
inicia, no obstante, en la novela. Publica en 1985 Sintigo, novela de estilo experimental, en la
que presenta, en diversos planos y voces narrativas, la vida de unos actores/personajes, a través
de una telenovelas de la cual son el elenco principal. La vida personal de los actores y sus
representaciones televisivas se encuentran en constante conflicto, incluso en la propia página, ya
que los parlamentos del libreto de la telenovela hacen contrapunto a la narración de la vida
personal y "real" de cada uno de ellos. Como el propio autor indica, al estilo Rayuela de
Cortázar, las instrucciones o sugerencias para leer el texto.
Ya desde Sintigo se proyecta el estilo del género que predominará en su producción literaria: el
drama. Parlamentos, diálogos, escenografías, incluso el lenguaje técnico de las acotaciones del
libreto televisivo aluden a la concepción de la representación novelística como drama.
Temáticamente la novela presenta una crítica a la sociedad moderna, a lo sórdido, lo inmoral y lo
inhumano de una sociedad que ha desvirtuado sus valores fundamentales por la adquisición de
bienes materiales y el poder, sobre todo. El ambiente, de violencia citadina, callejera refleja la
misma violencia interior de los personajes sus frustraciones y el tener que sobrevivir sacrificando
muchas veces lo más genuino de ellos, su ideología, su libertad y su felicidad. Su posterior obra
dramática también reflejará esta preocupación por el devenir de los puertorriqueños en una
sociedad que les consume literalmente la vida. Se inicia Ramos Escobar en el drama con la pieza
Indocumentados. Le siguen El olor del popcorn, Geni y el Zepelín (premiada en 1993 por la
Universidad de Huelva, España), El salvador del puerto y Mano dura. El olor del popcorn, una
de sus piezas más representadas (más tres años consecutivos en salas teatrales) gira en torno a
una joven estudiante de teatro, asaltada en su propio apartamento en la urbanización Santa Rita
de Río Piedras. Se libra la joven de un posible ataque sexual a través de la actuación, haciéndose
pasar por Desdémona y obligando a su asaltante a representar el papel de Otelo. En esta pieza se
estudia y presenta la violencia desde un ángulo puramente psicológico, entre la relación
establecida entre víctima y victimario. El olor del popcorn ha sido traducida al inglés para ser
representada en teatros australianos. En El salvador del puerto (premiada en 1995 en el
Certamen Diego Sánchez, de Badajoz, España) se relata la historia de un mafioso puertorriqueño
en el Bronx, quien se siente como el hilo unificador de su barrio. En Mano dura maneja Ramos
Escobar el tema de la violencia, sobre todo en la paranoia de ciertos sectores de la comunidad
asediada por la violencia y el crimen, que asumen su defensa a través de la misma violencia que
tanto critican y de la que son víctimas.
2. La obra dramática de Ramos Escobar no se puede desligar de su obra narrativa (sobre todo en el
cuento). Muchos de sus relatos sirven de base para la creación de la pieza teatral, como ha
sucedido con Indocumentados y El olor del popcorn.
Su teatro es en general uno de confrontación: el personaje con la realidad que sele presenta en la
pieza y el público con el drama representado en escenario. Desea el autor conmover, provocar
reacciones, que al fin y al cabo es el propósito del teatro. En este sentido no podemos olvidar que
Ramos Escobar se inicia en la dramaturgia puertorriqueña con lo que se conoce como teatro de
guerrilla, escenificado en su mayoría en espacios abiertos públicos en los que el espectador era
parte primordial de la escenificación. Ramos Escobar colabora con otro joven dramaturgo
(además de actor y crítico) Jorge Rodríguez como coautor de as piezas La historia de Benjamín
(1971), Ya los perros no se amarran con longaniza (1973) y Basta (1973). En estas piezas se hace
eco del problema sociopolítico del país, acrecentado por la adicción a drogas, los diversos
niveles socioeconómicos siempre en pugna, el desempleo y en general la violencia en la calle.
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