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Propagación y percepción del sonido
1.
2. El sonido es una vibración que se propaga
a través del aire. Se aplican los mismos
principios que cuando lanzamos una
piedra a un estanque: la perturbación de la
piedra provoca que el agua se agite en
todas las direcciones hasta que
su amplitudes tan pequeña que deja de
percibirse.
3. Frecuencia
Al número de veces que esta vibración se
produce por segundo es lo que se conoce
como frecuencia.
Amplitud
La amplitud de una onda nos informa de
la fuerza o energía de la señal.
El eco
Es el fenómeno por el cual, debido a la
reflexión de las ondas sonoras, nuestro
oído puede percibir un sonido más de una
vez.
4. La reverberación
Es el fenómeno por el cual los sonidos se
prolongan un poco después de haber sido
emitidos, como consecuencia de la superposición
de ondas sonoras, incidente y reflejada.
El tiempo que perdura se llama tiempo de
reverberación.
La resonancia
Es el fenómeno por el cual el cuerpo entra en
vibración ante la proximidad de la producción de
un sonido de frecuencia igual a la que dicho
cuerpo puede producir.
El cuerpo que vibra por resonancia es el
resonador.
5.
6. La velocidad del sonido es la dinámica de propagación
de las ondas sonoras. En la atmósfera terrestre es de
343 m/s (a 20 °C de temperatura, con 50% de
humedad y a nivel del mar). La velocidad del sonido
varía en función del medio en el que se trasmite. Dado
que la velocidad del sonido varía según el medio, se
utiliza el número Mach = 1 para indicarla. Así un
cuerpo que se mueve en el aire a Mach 2 avanza a
dos veces la velocidad del sonido en esas
condiciones, independientemente de la presión del
aire o su temperatura. La velocidad del sonido varía
dependiendo del medio a través del cual viajen las
ondas sonoras.
7. En el aire, a 0 °C, el sonido viaja a una
velocidad de 331,5 m/s (por cada grado
centígrado que sube la temperatura, la
velocidad del sonido aumenta en 0,6 m/s)
En el agua (a 25 °C) es de 1.593 m/s.
En la madera es de 3.700 m/s.
En el hormigón es de 4.000 m/s.
En el acero es de 6.100 m/s.
En el aluminio es de 6.400 m/s
8.
9. La distancia a la que se puede oír un sonido
depende de su intensidad, que es el flujo
medio de energía por unidad de área
perpendicular a la dirección de propagación.
En el caso de ondas esféricas que se
propagan desde una fuente puntual, la
intensidad es inversamente proporcional al
cuadrado de la distancia, suponiendo que no
se produzca ninguna pérdida de energía
debido a la viscosidad, la conducción térmica
u otros efectos de absorción. Por ejemplo, en
un medio perfectamente homogéneo, un
sonido será nueve veces más intenso a una
distancia de 100 metros que a una distancia
de 300 metros
10.
11. Cada sonido se caracteriza por su velocidad
específica de vibración, que impresiona de
manera peculiar al sentido auditivo. Esta
propiedad recibe el nombre de tono.
Los sonidos de mayor o menor frecuencia se
denominan respectivamente, agudos o graves;
términos relativos, ya que entre los tonos
diferentes un de ellos será siempre más agudo
que el otro y a la inversa.
12.
13. Si se toca sobre el do central en un violín, un piano y
un diapasón, con la misma intensidad en los tres
casos, los sonidos son idénticos en frecuencia y
amplitud, pero muy diferentes en timbre. De las tres
fuentes, el diapasón es el que produce el tono más
sencillo, que en este caso está formado casi
exclusivamente por vibraciones con frecuencias de 440
hz. Debido a las propiedades acústicas del oído y las
propiedades de resonancia de su membrana vibrante,
es dudoso que un tono puro llegue al mecanismo
interno del oído sin sufrir cambios.
Es la cualidad que permite reconocer que o quien
produce un sonido ( Ej.: el timbre de la voz).
14.
15. El oído. Cuando un objeto (actuando como
emisor de sonido) vibra, hace vibrar también
al aire que se encuentra alrededor de él. Esa
vibración se transmite a la distancia y hace vibrar
(por resonancia) una membrana que hay en el
interior del oído: el tímpano.
16. Partes del oído
El oído externo: es el encargado de
captar y dirigir las ondas sonoras hasta
el tímpano a través del orificio auditivo.
El oído medio: las vibraciones
generadas en el tímpano se amplifican
y transmiten a través de los
huesecillos: martillo, yunque y estribo,
hacia el oído interno.
El oído interno: zona en la que se
realiza la compleja conversión de las
vibraciones en impulsos nerviosos
17. desde aquí se transmiten las señales
nerviosas hasta nuestro cerebro, que se
encargará de descifrar y convertirlo en
una sensación auditiva. En el oído
interno encontramos la cóclea o caracol.