Este documento describe cuatro herejías estratégicas de la terapia y proporciona detalles sobre las estrategias y tácticas terapéuticas. Describe los tipos de resistencia al cambio y cómo abordarlos, incluidas las prescripciones directas, indirectas y paradójicas. También cubre la definición del problema, los objetivos de la terapia y la programación de estrategias para inducir un cambio en la percepción del paciente.
Edema agudo de pulmón. fisiopatología, clínica, diagnóstico,
Estrategias de cambio en terapia estratégica
1. L A S 4 H E R E J Í A S D E L E N F O Q U E
E S T R A T É G I C O D E L A T E R A P I A
Cap. 2
2. Primera herejía
El terapeuta estratégico es un “hereje” Hereje=el
que tiene la posibilidad de elegir.
No se deja encarcelar por un modelo rígido de
interpretación de la naturaleza humana.
La realidad esta determinada por el punto de
observación del sujeto. No existe 1 sola realidad,
sino tantas como puntos de observación
Las teorías han de ser hipótesis que le sirvan para
relacionarse con el mundo, puntos de vista parciales,
útiles para describir y organizar datos, pero que se
pueden corregir.
3. Primera herejía
El pensamiento estratégico se interesa por la
funcionalidad del comportamiento frente a los
problemas, en términos de percepción y relación
consigo mismo, con los demás y con el mundo.
El foco de atención esta sobre esas relaciones.
El objetivo es el buen funcionamiento de las mismas.
4. Segunda herejía
La tarea del terapeuta se centra en entender como
funciona el problema y como se puede cambiar la
situación de malestar.
Ayudar al paciente a adquirir, por medio de la
experiencia de cambio, la capacidad de hacer frente a
los problemas que puedan salirle al paso, de modo
adecuado y nuevo.
Primero se rompe el “hechizo, luego se enseña a
construir con sus capacidades personales para no
volver a esos sistemas de percepción y acción
disfuncionales
5. Segunda herejía
La intervención terapéutica representada por el
desplazamiento del punto de observación del sujeto,
desde su posición perceptiva-reactiva rígida y
disfuncional a una perspectiva elástica y con mas
posibilidades.
El cambio en la percepción produce un cambio de la
realidad misma y como consecuencia de toda la
situación, de las reacciones a ella.
6. Tercera herejía
Ir más allá es indispensable. Cada vez que nos
enfrentemos a un problema o a una decisión,
tenemos que detenernos y buscar posibles soluciones
fuera.
Hay que obligar al paciente a salir de la rigidez de sus
percepciones, conduciéndole a nuevas perspectivas
que lo llevara a nuevas soluciones y realidades.
7. Tercera herejía
El terapeuta asume la responsabilidad de influir
directamente en el comportamiento y en las
concepciones de la persona que pide ayuda.
Mantiene la iniciativa durante todo el tratamiento.
Si la terapia funciona, aparecerán rápidamente
indicadores de cambio.
Adapta las estrategias a cada caso, a cada problema,
no viceversa
8. Cuarta herejía
Para que se dé el cambio en la cognición tiene que
pasar primero por la experiencia concreta.
Hacer y luego pensar.
La ruptura del SPR (situación perceptiva-reactiva) y
de los intentos de solución, se deben dar, por lo
general sin que el paciente se de cuenta, para no
activar la resistencia
9. 1. Primer contacto e iniciación de la
relación terapéutica
El objetivo primario no es otro que el de crear una
relación personal que se caracterice por el contacto,
la confianza y la sugestión positiva, dentro de la cual
pueda llevarse a cabo tanto la investigación
diagnóstica como las primeras maniobras de
adquisición de capacidad de intervención, hablar el
lenguaje del paciente
10. 2. Definición del problema
Es fundamental aclarar de un modo concreto el
problema y el sistema interactivo disfuncional que lo
mantiene
El terapeuta debe centrar el problema basándose en
la observación de la persona y de la explicación que
ella hace de su trastorno del modo más claro y
definido posible, de forma que pueda identificar
concretamente las matrices pragmáticas del
problema actual
11. 2. Definición del problema
Según Cireeiiberg (1980), existen tres categorías
generales de problemas en que se debaten las
personas:
a) La interacción entre el sujeto y sí mismo.
b) La interacción entre el sujeto y los demás.
c) La interacción entre el sujeto y el mundo.
Entendemos por mundo el ambiente social, los
valores y las normas que regulan el contexto en
medio del cual vive el sujeto
12. 2. Definición del problema
¿Qué pautas de comportamiento habitual del paciente se
observan?
¿Qué identifica el paciente como problema suyo?
¿De qué modo se manifiesta el problema?
¿Con quién aparece el problema, o se enmascara o bien
no aparece?
¿Cuándo se manifiesta normalmente?
¿Dónde y en qué situaciones?
¿Con qué frecuencia e intensidad se manifiesta?
¿En qué contexto/s aparece?
13. 2. Definición del problema
¿Qué se ha hecho y qué se ha hecho correctamente
(ya sea solo o con otros) para resolver el problema?
¿Qué tipo de equilibrio domina el problema? ¿Para
qué sirve? ¿Cuál es su función? ¿A quién o qué
beneficia?
¿Quién podría resultar dañado por la solución del
problema?
14. 3. Acuerdo sobre los objetivos de la terapia
a) Por una parte, ésta es una buena guía
metodológica para el terapeuta, en cuanto representa
un enfoque de la programación terapéutica hacia una
orientación precisa, con una serie de objetivos por
alcanzar gradualmente que garantizan una
verificación progresiva y el control del trabajo.
15. 3. Acuerdo sobre los objetivos de la terapia
b) Por otra parte, la definición de los objetivos
representa para el paciente una sugestión positiva,
en cuanto la negociación y el acuerdo acerca de la
duración y los fines de la cura poseen el poder de
reforzar y aumentar su colaboración y confianza en
el éxito terapéutico
16. 3. Acuerdo sobre los objetivos de la terapia
El paciente se siente parte activa del proyecto de cambio
y tiene la impresión de que es él quien controla el
desarrollo de la terapia.
Además, cuando el terapeuta concierta el objetivo que ha
de ser alcanzado, transmite al paciente el siguiente
mensaje: «Creo que puedes y que eres capaz de lograr lo
que nos proponemos», o bien: «Pienso que lograrás
resolver tus problemas.»
Este tipo de mensaje ejerce una sugestión intensa en
dirección al cambio y moviliza, normalmente, en el
pacíente fuertes reacciones positivas de colaboración.
17. 4. Individuación del sistema perceptivo-reactivo que mantiene
el problema
Es necesario observar con precisión cómo se aguanta
el problema y cuál de los factores que lo sostienen ha
de ser considerado como el foco en el que hay que
intervenir con mayor probabilidad de éxito
La perseverancia obstinada en una respuesta así al
problema conduce a la manifestación patológica.
18. 4. Individuación del sistema perceptivo-reactivo que mantiene
el problema
Para producir rápidamente el cambio, hay que
intervenir acerca de las soluciones disfuncionales
utilizadas por el paciente para resolver el propio
problema
La cuidadosa valoración de las interacciones sociales
que pueden influir en las soluciones ensayadas por el
paciente o añadirse a ellas.
19. 4. Individuación del sistema perceptivo-reactivo que mantiene
el problema
Esto es importante para ver si es necesario intervenir
directamente sobre estas secuencias interpersonales,
además de sobre las soluciones ensayadas, o si ha de
ser más ventajoso intervenir sólo en la
reorganización del sistema relacional supuesto,
dejando de lado las soluciones ensayadas por el
sujeto que quedarían sometidas al cambio del
sistema en conjunto
20. 5. Programación terapéutica y estrategias
de cambio
5.1. Acciones y comunicación terapéuticas
5.1.1. Aprender a hablar el lenguaje del paciente
5.1.2. La reestructuración
5.1.3. Evitar las formas lingüísticas negativas
5.L.4. El uso de la paradoja y la comunicación paradójica
5.1.5. Uso de la resistencia
5.1.6. Uso de anécdotas, relatos y lenguaje metafórico
21. 5. Programación terapéutica y estrategias
de cambio
5.2 Prescripciones de comportamiento
5.2.1. Prescripciones directas
5.2.2. Prescripciones indirectas
5.2.3. Prescripciones paradójicas
22. Resistencia al Cambio
Tipos
1.El colaborador:
Debe demostrar con los hechos de serlo.
Táctica: Utilizar una comunicación de tipo
relacional-demostrativo.
2. El que quiere colaborar pero no puede:
Táctica: maniobras veladas, indirectas con carga
sugestiva, con la finalidad de llevar a la persona a
cambiar sin darse cuenta
23. Resistencia al Cambio
Tipos
3. El opositor:
Descalifica la intervención, se opone o non sigue las
indicaciones
Táctica: Se prescribe paradójicamente la resistencia
misma.
Se convierte en prescripción la resistencia. Se anula
la función principal de la resistencia.
24. Resistencia al Cambio
Tipos
4. El que no es colaborador ni opositor:
Rigidez mental fuerte que le impide salir de la propia
visión de la realidad y ponerse en juego.
Táctica: Entrar en la lógica de la representación
rígida de la persona asumiendo los códigos
lingüísticos, introduciendo elementos que no
contradigan ni descalifiquen, pero re orientando
hacia nuevas direcciones hasta una completa
restructuración