Este documento narra una anécdota contada por el físico Ernest Rutherford sobre un estudiante llamado Niels Bohr. Bohr dio una respuesta poco convencional a cómo medir la altura de un edificio con un barómetro, pero correcta. Cuando se le dio otra oportunidad, Bohr proporcionó varias respuestas más al mismo problema usando diferentes métodos, demostrando su capacidad de pensar de forma creativa e innovadora. La historia ilustra la importancia de enseñar a los estudiantes a pensar de manera diferente.