Paralelo entre los predicadores de la antiguedad y los de la actualidad y cual debiera ser el modelo seguir.

1. Los profetas del siglo XXI
Por Alexander Dorado Alban

2. Introducción
Al observar el comportamiento de muchos
predicadores de nuestro tiempo, debemos
preguntarnos, ¿Reflejan el modo de vida de
Jesús? ¿Siguen el ejemplo del Maestro, que
según ellos, predican?
¿Está cumpliendo la iglesia de nuestro tiempo,
de ser la imagen visible de un Dios invisible?

3. La demanda de Dios y la de los
hombres
Muchos quieren que Dios les responda a ellos,
como lo hacia en los tiempos de Moisés y Elías
La pregunta es, ¿Le están cumpliendo a Dios
como lo hacía Moisés y Elías? ¿Cómo lo hacían
los profetas de la antigüedad?
Hay una gran brecha espiritual, una gran
diferencia entre los profetas de la antigüedad y
los de las actualidad.

4. El papel del profeta hoy
Los profetas de la antigüedad como los de la
actualidad comunican la palabra de Dios o su
mensaje a su pueblo.
La diferencia, es que en la actualidad, no se
predicen hechos futuros; sino que el profeta, o
el predicador del evangelio, se circunscribe
exacta y literalmente a lo que esta escrito en la
Biblia sin añadir ni quitar ni una tilde. Ni
haciendo interpretaciones privadas.

5. Características de los profetas
de la antigüedad
En la Primera Carta que escribe el apóstol Pedro,
podemos identificar unas características, de los
santos hombres de Dios, que hablaron y
escribieron las escrituras siendo inspirados por
el Espíritu Santo, y que a nivel personal, reunian
unas características que debemos considerar e
imitar en el ejercicio del sagrado ministerio de la
enseñanza y la predicación.

6. Características de los profetas de la
antigüedad
1 Pedro 1:20-21

7. 1. Predicaron de la Gracia de Dios
Toda enseñanza y predicación debe estar
centrada en el amor y la paternidad de Dios; la
obra redentora de Cristo y en el ministerio del
Espíritu Santo
Quien se aleje de estos pilares esenciales, estará
predicando un evangelio diferente y por lo tanto
su enseñanza y predicación carecerán de todo
poder y sabiduría de Dios.

8. 2. Eran diligentes en el ministerio
de la oración y la palabra
Dios revela sus misterios y la profundidad de su
palabra a quienes le buscan en lo secreto, y
quienes son diligentes en el estudio de su
palabra
Los antiguos indagaron, inquirieron,
escudriñaron
David nos da ejemplo de su determinación
(Salmo 27:4)

9. 3. Eran entendidos en los tiempos y
visiones de Dios
Dios usó a hombres que comprendieron las
manifestaciones de Dios para su tiempo y para
el tiempo futuro
Se dieron a la tarea de estudiar las profecías, las
promesas de Dios en la dispensación de los
tiempos

10. 4. Enseñaron y predicaron el
evangelio completo
Hoy en día, los predicadores tienden a ser
selectivos; muestran aspectos atractivos y
atrayentes de la vida de la fe para atraer a las
multitudes pero se reservan facetas como el
dolor y el sufrimiento
El mensaje de Dios debe comunicarse en su
integridad, hablar de los sufrimientos, pero tan
bien de las glorias venideras

11. 5. Administraron sabia y
eficientemente la herencia de Dios
Estas personas guardaron con celo y recelo la
herencia que Dios había entregado en sus
manos
La defendieron con su propia vida
Se aseguraron que la palabra fuera conocida, no
callaron, sino que abrieron sus bocas, y
anunciaron fielmente.

12. 6. Su predicación era fiel y digna de
ser recibida
No predicaron de si mismos ni para si mismos,
sino de Dios y para otros
No predicaron persiguiendo un bien personal,
sino que lo hicieron, sembrando para las
generaciones futuras.
Sus enseñanzas trascendieron hasta nuestros
días.

13. 7. Su mensaje era comunicado bajo
la unción y poder del Espíritu Santo
Su mensaje nacía en el corazón de Dios y les era
revelado para que ellos lo comunicaran al
pueblo
El mensaje contaba con tal nivel de santidad y
soberanía de Dios, que aun los ángeles
anhelaban conocer estas profundidades de la
sabiduría de Dios.

14. Aplicación
Que gran diferencia entre los profetas antiguos,
santos hombres de Dios; y los actuales
(apocalípticos, mercantilistas, y mediáticos)
Han pasado los tiempos, pero la labor del
profeta sigue siendo fundamental en la obra de
Dios
La obra de Dios demanda de hombres y
mujeres, fieles e idóneos en el ministerio de la
enseñanza y la predicación.