En el siglo VII, los musulmanes liderados por Mahoma se expandieron rápidamente conquistando gran parte del mundo conocido y tratando de imponer el Islam. En respuesta, los cristianos europeos lanzaron las Cruzadas para recuperar Tierra Santa. Durante la Edad Media, hubo un fuerte énfasis en la religión con peregrinajes populares y el apoyo mutuo entre la Iglesia y los gobernantes seculares, aunque la cristiandad eventualmente se dividió entre Roma y Constantinopla y la Inquisición persiguió duramente