Este documento resume una clase sobre conceptos básicos de filosofía y estética en relación con la teoría de la arquitectura. Explica que la filosofía se estudia porque la arquitectura es una proyección de ideas vinculadas a la teoría del arte y la estética. Define la filosofía como la búsqueda de la totalidad de lo real y explica cómo se relaciona con la arquitectura. También discute conceptos como la belleza, el asombro y la capacidad humana de crear belleza a través de la

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Universidad de San Carlos de Guatemala
Facultad de Arquitectura
Curso: Teoría de la Arquitectura 1
Prof. Ma. Arq. Brenda J. Porras Godoy
Sección: 5.A. Primer Semestre 2013
CLASE No. 3 TEMA: CONCEPTOS BÁSICOS:FILOSOFIA Y
ESTÉTICA
Algunas textos fueron tomados del
Curso de Filosofía del Arte impartido por la Dra. Silvia Herrera
¿ por qué se estudia filosofía en el
curso de Teoría de la Arquitectura 1?
• Porque se estudia la arquitectura como una
proyección de IDEAS.
• Porque la teoría de la arquitectura está
vinculada a la teoría del arte, que a su vez es
parte integrante de la estética, que es una
rama de la filosofía, que trata sobre la belleza.
• Porque para conocer mejor una teoría de la
arquitectura es necesario conocer su contexto
histórico, artístico y filosófico.
¿la arquitectura tiene que ser bella?
¿por qué?
¿en dónde radica su belleza?
A través de la historia en donde ha
radicado su belleza?
¿qué es filosofía?
• Es una búsqueda,
preguntarse e investigar
por la totalidad de lo real.
• El saber filosófico la
característica de
totalidad, de pregunta
sobre toda la realidad
• Al filósofo no le basta
constatar, necesita saber
las causas y razones.
Quiere ir a los primeros
principios, las causas
primeras.
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Intento de definir filosofía
• “Filosofía es la ciencia de los objetos desde el
punto de vista de la totalidad, mientras que
las ciencias particulares son los sectores
parciales del ser”
• Filosofía: considera su objeto desde el punto
de vista universal y totalitario, mientras que la
ciencia, desde el punto de vista parcial y
derivado
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Partes de la filosofía
• Primera: metafísica: estudio del ser
• Segunda: gnoseología: estudio del conocimiento
de la realidad, conocimiento del conocimiento
• Y ¿las otras? Las soluciones que se dan a los
problemas filosóficos de la metafísica y de la
gnoseología repercuten en todas las otras ramas:
ética, estética, antropología, lógica
• El punto de partida, la posición que adoptemos
repercute enormemente en el punto de llegada.
Relación de la filosofía con la
arquitectura
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• El arquitecto debe convertirse en filósofo pues en
sus manos está desarrollar la estética del habitar.
• La especie humana habita simultáneamente, por
lo menos, dos lugares: la exterioridad, llamada
"objetiva", y la interioridad, llamada "subjetiva".
• Del mismo modo, al habitar la exterioridad ella
deja de ser tal, para convertirse en la exterioridad
vivida; esto es, subjetivada. Así el espacio exterior
cohabita con otros espacios de la intimidad.
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• En este sentido importa recuperar un verbo que se sitúa en una
intersección de caminos y perspectivas. Es un verbo que describe en sus
orígenes el trabajo arquitectónico y que es recuperado para la ética y la
estética porque es cardinal en todo humanismo: edificar.
• Ese verbo con resonancias teológicas se escapa de la arquitectura y de la
teología y se instala como metáfora en una poética del habitar.
• Construir y edificar. Diferentes matices de una acción aparentemente
igual.
• Edificar arrastra el matiz estético de construir positivamente.
• Una construcción edificante es humanizante.
• Tomadode: Filosofía y Arquitectura, María Noel Lapoujade
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Estética
Cuestionamientos entre belleza y hombre:
1.Su sensibilidad ante las cosas bellas
2. Relación entre las cosas bellas y la naturaleza
3. Posibilidad y capacidad de crear belleza,
cualidades de su creador (belleza de las cosas)

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4. Finalidad de la belleza
5. Necesidad de construir lo bello en lo útil
6. Poder de lo bello sobre el alma humana
Estética : del asombro a la
producción
• El ser humano no puede vivir de cualquier
manera, no vivimos sólo para satisfacer
nuestras necesidades; trascendemos el nivel
de lo útil: habitamos
• Vivimos para humanizarnos y esto se hace a
través de la inteligencia y de la voluntad, en la
medida en que ambas persigan el bien.
• ¿Cuál es la brújula que indica el bien?
• ¿cómo encontramos ese norte?
• ¿en la propia conciencia?
• Y, en el mundo exterior, ¿dónde?
En la belleza
– La belleza es un resplandor de la verdad y del
bien; se capta porque se encuentra en las cosas;
• No es un revestimiento.
Es importante volver a la raíz: que la verdad y el bien
existen y que su búsqueda y encuentro es lo que más
humaniza a las personas.
La belleza es una condición indispensable en la
humanización.
La belleza impacta a los sentidos
y mueve la voluntad hacia el bien
¿dónde ha quedado la capacidad de
verla?
¿dónde ha quedado el asombro?

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El ser humano está abierto
• a una riqueza de lo perceptible, pues la
realidad nos supera, es infinitamente más de
lo que percibimos, siempre esconde algo…
• La realidad es fuente de inspiración en la
medida que se sepa ver y se sepa interrogar
• En esta premisa descansa el punto básico de la
actitud que permite abrirse a lo bello
• Percibir es asimilar los estímulos dándoles
algún significado.
• La percepción siempre es, debe ser,
discriminadora.
• No es comer de todo, es saber comer y
comer con un sentido…
• Eduardo Chillida, “hay personas que viven al
día; yo vivo el día”. No es importante saber
muchas cosas, como saber cada vez con más
profundidad.
El asombro
• Rendir la inteligencia ante lo que nos supera.
• Es el préambulo para apreciar la belleza y para
empezar a crear.
• Su vivencia y la riqueza que encierra se resisten al
intento de querer apoderarse de lo que se mira,
pues «se produce una pausa milagrosa en la que
el yo en plenitud se detiene sobre el objeto; ya no
lo analiza, no lo estudia; ya no lo enumera ni
relaciona; simplemente lo contempla (…) y goza
de su presencia». Santiago Ortigosa

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• «se produce una pausa milagrosa en la que el
yo en plenitud se detiene sobre el objeto; ya
no lo analiza, no lo estudia; ya no lo enumera
ni relaciona; simplemente lo contempla (…) y
goza de su presencia».
• Ya no “vuelve” de la misma manera después
de esa experiencia.