1. Cómo escribir una carta de renuncia, por Roberto Jorge Saller
Existen muchas razones por las que renunciamos a un puesto de trabajo. A veces estamos muy
contentos, nos gusta nuestro trabajo, nos llevamos bien con nuestros jefes y compañeros pero
sentimos que hemos llegado al tope de nuestro crecimiento laboral o económico en esa área o
empresa y decidimos probar otra cosa que aparece en perspectiva. Pero también está el caso
opuesto. No estamos contentos con nuestro puesto de trabajo bien por que no nos gusta la labor
o por que no nos gusta el ambiente. Tenemos compañeros trepadores e inescrupulosos o jefes
despóticos o incapaces. Entonces, cuando aparece la perspectiva de cambiar de ocupación, la
tomamos.
En el segundo caso, conviene sopesar los pros y contras de incluir alguna crítica constructiva en
nuestra carta de renuncia. Todo depende de qué clase de persona es aquella a la que nos
dirigimos. Si es una persona de mentalidad mínimamente civilizada y racional, puede que tome
nota de las críticas. Si no lo es, hablarle (escribirle en este caso) será como hablarle a un ladrillo
y nada sacaremos con nuestra crítica más que ponerlo en nuestra contra. Sopesar bien, entonces,
si nos interesa quemar las naves del todo con esta persona y con esta empresa.
Una carta de renuncia debe ser cortés, correcta y breve. Después de anunciar la noticia de tu
salida, debes recordar los aspectos positivos de tu estadía o agradecer la oportunidad que se te
dio. Finalmente, dejar abierta la perspectiva de una futura cooperación.