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Perfil del buen gestor
1. Perfil del buen gestor
Enric Mane Sin categoría 14/12/2011 2 Comments
Vamos a acabar estar serie de tres artículos, viendo las últimas características que debe
poseer un buen Gestor de Cobros y que están entroncadas en el plano caracterial. En
sugestión conocemos muy bien estas características.
.- Iniciativa. Habíamos hablado anteriormente de energía y de confianza en uno mismo.
Pues bien, la iniciativa es prima hermana de las anteriores y que es imprescindible poseer
para dedicarse al recobro de impagados.
Tener iniciativa conlleva una mente despierta, una capacidad de propuestas novedosas,
ingenio a la hora de exponer nuestras ideas, ser valiente… Y es que si somos capaces de
llevar la iniciativa en un proceso de reclamación, con independencia de con quien estemos
tratando, nos da un valor superior al contrincante. Si encima podemos incidir en nuestras
posiciones de forma activa tenemos la partida casi ganada. En términos coloquiales sería
el “ir por delante” del otro, que no nos tenga que esperar, y que las ideas fluyan siempre,
inicialmente, de nuestra parte. Él deberá seguir nuestro camino. El efecto que esto crea es
de una actitud ganadora.
.- Sinceridad. El ser sincero transmite confianza. De hecho solo somos capaces de
sincerarnos con alguien en el que confiemos. Puesto esto, también es aplicable a la hora
de gestionar impagados.
No hay nada que genere más desconfianza que percibir que se mentido en un dato, a
posta, y que encima, éste, puede ser verificado descubriéndose la mentira. Si un Gestor
incurre en esta práctica dará al traste con la credibilidad que hubiera poseído hasta aquel
momento. El deudor, a partir de aquel momento, estará en estado de alerta ya que
cualquier propuesta o comentario lo pondrá en duda. No hay que olvidar que la confianza
cuesta mucho en ganarse pero puede perderse en un segundo.
Otra cosa muy diferente es la verdad a medias o el silencio intencionado. No se pueden
calificar de falsedades o mentiras ya que no merecen este calificativo; son tretas que se
pueden utilizar en beneficio propio o ajeno y que no se pueden tildar de mentiras al uso.
2. Diríamos que formarían parte del juego pero sin llegar a distorsionar la sinceridad que
debe presidir cualquier reclamación.
.- Perseverancia. Un buen Gestor de Cobros debe defender sus propuestas con cohesión
intelectual, firmeza de criterios y, si es necesario, hasta de forma vehemente, pero sin
perder las formas ni la compostura. Los malos negociadores suelen ceder a sus
postulados fácilmente en cuanto observan firmeza en la otra parte. Es decir que, el Gestor
no se va a doblegar al primer embate del contrario.
La perseverancia no es la defensa por “efecto tubo” o “monotema”, entendiendo esto como
el discurso en que la persona que solo sabe repetir lo mismo, le digas lo que le digas.
Como si no escuchara. La perseverancia es la creencia firme de que nuestra propuesta es
correcta y para ello no dejaremos que nos la rebatan con argumentos en los que no
estamos conformes. La coherencia de nuestras teorías deben ser trasladas al deudor y, si
no lo conseguimos por un camino, deberemos ser capaces de ofrecerle otras vías
explicativas, ya sea con ejemplos o con la apertura de nuevas “ventanas” diferentes,
agudizando el ingenio pero, lógicamente, sin salirnos de nuestros posicionamientos.
Y entramos ya en la última de las cualidades que entendemos debe poseer el Gestor y que
debe saber aplicarla de forma correcta.
.- Simpatía y buen humor. ¡Que mejor que dos personas negociando con buen humor! Y
es que entendemos como buen humor el estado natural, sano y alegre de una persona.
Tenemos intención de, en otro post, describir toda una serie de caracteres que aparecen
en las personas y sus formas de desbloquear o contrarrestar.Lo dicho, una buena
disposición de ánimo, una simpatía correcta (sin llegar a la chabacanería) y un humor
atemperado es la mejor manera de afrontar una reclamación con un deudor. Si la
encontramos también en la otra parte, será una garantía de que el entendimiento sea
mutuo. Entendemos esta cualidad casi vital para realizar el cobro en vía amistosa y la
valoramos como muy positiva ya que asegura, de entrada, un diálogo fructífero.
Adentrándonos en este apartado, somos de la opinión que si no estamos bien
posicionados en este aspecto (ya sea por problemas personales, laborales o por “tener un
mal día”) pospongamos el contacto para mejor ocasión. Una mala entrada a la hora de
reclamar puede causar una fatal impresión para el contrario y persistir “in mente” del
deudor y, esta sensación, le acompañará siempre que intentemos comunicarnos con él.
Los planos que hemos descrito entendemos que no son solo aplicables a la vida laboral, si
no que deberían ser los normales en las actitudes personales de nuestro quehacer diario.
Una persona alegre y jovial, siempre será mejor considerada y aceptada a nivel social que
otra que su presentación sea la abulia y la tristeza. El buen humor es contagioso.
Arrímense a una persona alegre.
Hemos llegado al final. Todas las cualidades que les hemos descrito en estos tres posts
son imprescindibles para una persona se dedique al recobro de impagados. Entendemos
que no se pueden tener todas pero si que hay que procurar abastecerse de la mayoría de
ellas para poder realizar con ciertas garantías de éxito la tarea de reclamar a
deudores/morosos/impagados.