Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Capitulo 14 Y 15
1. CAPITULOS 14-15
14.-Libres de condenación para siempre Romanos 8:1-2
En Cristo perdonados
Cuando tenemos la vida de Cristo en nosotros, llevamos involuntariamente la imagen de nuestro
padre celestial más de lo que nos damos cuenta; aquí se trata que Jesús nos salvó llevando
nuestros pecados sobre El, por lo tanto, no hay condenación porque estamos perdonados.
Una vez es suficiente Romanos 6:10 - Hebreos 9:12
Venciendo la ley del pecado y de la muerte
La ley que nos sometía ha dejado de tener autoridad sobre nosotros, porque ha sido vencida con
una ley mayor, la del espíritu, andando en ella el Espíritu de Dios estará con nosotros y haremos
las obras del Espíritu.-.
Esta ley nos libera Romanos 8:2 La ley del pecado es muerte Romanos 6:23
Regidos por la nueva ley Romanos 8.9 ¿Como sé por cual ley camino? Gálatas 5:19-22
Caminando en sabiduría Efesios 5:18-20 El consejo permanente Gálatas 5.16
Escogiendo ser libres Romanos 6:11
El Señor nos reprende a fin que rectifiquemos el camino1 Corintios 11:30-32 Hebreos 12:10-11
Siervos de un nuevo pacto Romanos 6:14 2 Corintios 3:6 2 Corintios 3:17
15.-Todas las cosas ayudan para bienRomanos 8.28-30
En realidad nosotros no sabemos lo que es bueno para nosotros, Dios sí. El puede obrar a través
de todo. Lo bueno es lo que Dios quiere.
Dios no promete hacer que algo malo se vuelva bueno; tampoco nos asegura que El nos evitará
las cosas malas. El nos ha prometido que lo bueno puede salir de todas las cosas –hasta de
aquéllas más terribles_ para quienes lo aman.
Romanos 8.28-30 Romanos 5.3-5
Gloriamos: Acrecentado regocijo
Tribulación: Estar presionado
Paciencia: Seguir presionado, cuando uno considera eso pareciera que Dios nos somete a un
masoquismo cristiano, pero suponer eso es erróneo. Dios trata simplemente de mostrarnos que El
quiere producir un carácter probo en medio de las pruebas y tribulaciones y ahí es donde radica
nuestra esperanza.
Nuestra esperanza no radica en creer que la vida debe ser como un suave navegar, y que si las
cosas están difíciles ahora, pues mejorarán en la mañana siguiente. Nuestra esperanza radica en
que Dios nos hará mejores personas conformándonos a Su imagen por medio de nuestras
circunstancias difíciles.