2. Una vez había un emperador que estaba excesivamente
preocupando por su vestuario. un día contrata a dos
estafadores que le prometen que le harán un traje con la
tela más suave y delicada que pueda imaginar. Pero hay
algo más sobre esta tela, los estafadores advierten al
emperador que esta tela era tan especial que era invisible
para cualquier persona estúpida para su puesto. Mientras
los estafadores hacían que trabajaban en dicho traje,
pedían materiales que luego ellos mismos se quedaban
para su propio beneficio. Una vez que los estafadores
anunciaron que habían terminado el traje, el emperador
envió a varios de sus hombres a que lo vieran. Estos no
vieron ningún traje, pero pretendieron hacer que sí lo veían
por miedo a ser juzgados como estúpidos.
3. El emperador, al ver esto, también fingió que podía ver el traje. Los estafadores
hicieron creer al emperador de que le estaban vistiendo con el traje nuevo para que
el emperador pudiera acudir a un desfile ante sus súbditos. Toda la gente del
pueblo había escuchado hablar del famoso traje, creado con tela invisible a los ojos
del inepto, y se encontraban expectantes de acudir a ver quién de ellos no era
capaz de ver dicho traje. Cuando llegó el desfile y apareció el emperador todo el
pueblo fingió que podía ver el traje del emperador, hasta que un niño anunció que
el emperador estaba desnudo. Entonces todos empezaron a gritar que iba
desnudo, y el emperador se dio cuenta de que llevaban razón.