El documento habla sobre la importancia de soñar sin interferencias y tener claridad sobre nuestros sueños. Afirma que debemos pensar positivamente y creer que podemos lograr grandes sueños si los mantenemos en nuestra mente de forma clara y constante, superando los pensamientos y emociones negativas que nos bloquean. También sugiere que, al igual que un reloj avanza segundo a segundo, debemos concentrarnos en cada momento presente para alcanzar nuestros sueños de forma responsable y paso a paso.

1. EL MUNDO DE NUESTROS SUEÑOS Catamarca, 10 de mayo de 2009 No todas las personas están capacitadas para poder soñar sin interferencias.

2. La idea es siempre la certeza, que con claridad se puedan domar nuestra mente y sus múltiples trampas que bloquean nuestros sueños. “Siéntate, camina o corre -expresa el dicho- pero no vaciles”. Tenemos que tener en nuestra mente, como algo sabido y cierto, que estamos hechos para lo grande y cuando digo grande, es que podamos hacer un sueño grande. Las personas temen realizar grandes sueños y por ello se pierden en el camino y no dan con él. Si el sueño es grande, no lo perderemos de vista. Tengamos mentalidad de dueños y cuidaremos todo aquello que nos lleva a realizar sueños.

3. La mayor parte del tiempo estamos tan llenos de voces e imágenes mentales negativas que nos cuesta tener una visión clara de lo que queremos. ¿Qué nivel de claridad tiene nuestros sueños? ¿Qué nivel de aceptación poseemos para con ellos? ¿Con qué profundidad sentimos lo que soñamos? A cada negativa podemos cambiarla. Tenemos que detectar aquellos pensamientos que nos bloquean y sustituirlos por otros más positivos. Esto hará que estemos mejor emocionalmente.

4. El concepto es que las emociones de limitación, como la angustia, la frustración o lo que sea, se relacionan con lo que pensamos. Si dejamos de pensar y de imaginar lo peor, haremos realidad nuestros sueños pero si esto no es así, sucederá lo opuesto. El miedo es fe en lo malo y la confianza es fe en lo bueno. Esto es una ley universal en el hombre. Pero, paso a paso, como el reloj.

5. Cuentan que un reloj decía: Tengo que marcar veinticuatro horas en el día y miles de segundo para que esto suceda. Tengo tres manecillas que giran sin cesar. Para recorrer las veinticuatro horas en el día, sólo tengo un segundo por vez, ni uno antes ni uno después. Así, quedándome en cada momento, logro llegar a veinticuatro horas, sin tener la ansiedad como guía, exclusivamente con la responsabilidad del momento…

6. Esta es nuestra actitud: tan sólo disponemos de cada pensamiento, de cada imagen, para lograr nuestros sueños. Y ser responsables es hacer que ese momento cuente únicamente de forma positiva para alcanzarlos. Puede ser que las personas hayan tocado tu yo social, tu yo deportista u otros aspectos. Sin embargo, hay un yo que sólo tú puedes afectar y nade más que tú lo afecta.

7. Podemos concentrar nuestra mente de tal manera que tengamos sueños hermosos y si hoy no nos salió, no suframos de ansiedad, angustia o frustración. Es hora de levantarse otra vez y de seguir buscando cómo mejorar. Eso es lo bueno de fallar. Si fallamos podemos revisar y volver a intentar todas las veces que sean necesarias.

8. Tómense el tiempo para pensar en este mensaje. Los ama y ¡a soñar con certeza, se ha dicho! El Maestro.