RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
Distonías
1. Distonías faciales y la detección temprana
Las distonías pueden definirse como contracciones musculares involuntarias sostenidas,
espasmódicas o repetitivas, que provocan posturas y movimientos anormales. Las hay
de diversos tipos, pero todas tienen causas en común: una alteración neurológica
funcional en el sistema nervioso central o, a veces, son efectos secundarios de ciertos
medicamentos.
El blefaroespasmo es una de las distonías faciales más comunes. En general, comienza
con un aumento del parpadeo debido a la sensación de un cuerpo extraño en los ojos.
Luego evoluciona a cierres involuntarios de los párpados durante varios minutos hasta
provocar, en casos severos, ceguera funcional.
Otro desorden frecuente es el espasmo hemifacial que, si bien no es una distonía,
afecta los músculos de un lado de la cara, provocando movimientos involuntarios
irregulares y progresivos. Esto se origina, en muchos casos, por la compresión del
nervio facial a causa de alguna arteria, o por algún traumatismo.
“Si bien se trata de desórdenes que afectan tanto a hombres como a mujeres, son éstas
las que más padecen este tipo de distonías”, afirma el Dr. Alejandro Andersson, Director
Médico del Instituto de Neurología de Buenos Aires. Y agrega: “En general, los síntomas
se hacen evidentes en personas mayores de 40 años y, según estadísticas, el lado
izquierdo de la cara es el más afectado”.
La importancia de la detección temprana
Dado que las manifestaciones pueden ser en ocasiones confundidas o subestimadas,
es probable que una parte de la población padezca distonía sin saberlo y, por ende, sin
recibir el tratamiento adecuado. En muchos casos, el blefaroespasmo se confunde con
un problema oftalmológico, cuando en realidad es neurológico.
Si la distonía comienza en la infancia, es frecuente que se extienda a distintos grupos
musculares. Por eso resulta clave el diagnóstico y tratamiento precoz de esta afección,
lo que evitará las complicaciones asociadas a las reiteradas posturas anormales.
El uso de BOTOX® en el tratamiento
La aplicación de BOTOX® ha demostrado ser la primera opción de tratamiento seguro y
efectivo. Debe ser administrado por profesionales entrenados. La eficacia reside en que
actúa en forma local produciendo la relajación de los músculos hiperactivos.
Los resultados demuestran que el tratamiento con BOTOX® mejora la calidad de vida
2. porque disminuye la frecuencia e intensidad de las contracciones musculares
anormales, mejora la incapacidad funcional y es altamente aceptado por los pacientes.
Los porcentajes de éxito de la aplicación de BOTOX® varían de acuerdo al tipo de
distonía: en blefaroespasmo, el éxito es del 95%, y en el espasmo hemifacial, la
efectividad oscila entre el 70 y el 100%.
“Un diagnostico correcto y la elección del tratamiento adecuado por parte del profesional
médico es la clave de la mejora de este tipo de pacientes. El Blefaroespasmo y el
Espasmo Hemifacial afectan la calidad de vida de las personas, interfiriendo en su vida
laboral, social y familiar”, concluye el Dr. Andersson.