LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
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1. AIN - 04 - 27 - PREGUNTA -- QUIENES DEBEN CUMPLIR - TODA - LA TORÁ?
Amiga Clemencia del Cielo (Br). Con mucho respeto nos permitimos comentarle lo siguiente:
Comencemos con este verso:
< Vayikra / Levítico 24:22 “Habrá una misma ley ( Torah) para vosotros; será tanto para el
forastero como para el nativo; porque yo soy HaShem vuestro Elohim ”>
De este versículo aprendemos que en términos generales la Torá es una sola ley ( Torah). Es
decir, no hay una Torá distinta para el Israelita o judío y otra Torá distinta para el no Israelita,
gentil, extranjero, etc.
La Torah fue dada inicialmente a todo ser humano, con la Creación, y esto incluye las leyes
llamadas ceremoniales, sacrificios y ofrendas. Recordemos el pasaje de Ca-in y Abel.
Posteriormente fue escogido un pueblo en particular al cual fue entregada por escrito la
Torah, para que fuera luz a las naciones. Ese pueblo es Israel.
Pero es opcional para un extranjero cumplir la Torah. Es opcional, por ejemplo para un
extranjero que no tiene nada que ver con Israel, que no tiene nada que ver con la Torah
comer carne de cerdo. Como no está bajo la Torah, bajo la ley ( Torah), el mandato no le
cobija. No es pecado, ni está violando la Torá si la come. La Torah no le cobija. Pero,
igualmente, serán juzgados. Veamos:
< Romanos 2:12 Todos los que han pecado sin conocer la ley ( Torah), también perecerán sin
la ley ( Torah); y todos los que han pecado conociendo la ley ( Torah), por la ley ( Torah)
serán juzgados. >
La Tora es una en sentido general, universal, es decir “una misma ley ( Torah) tendrás”, pero
en su aplicación es para los judíos, los israelitas y los gentiles que se adhieren al pueblo de
Israel. ¿Puede alguien cumplir la Torah sin pertenecer al pueblo de Israel? No. El texto
escrito habla de : “Dile a los hijos de Israel.”
Dentro la Torá se encuentra la prohibición de comer cerdo para el Israelita, y dentro de la
misma torá se le permite al Israelita, venderle carne prohibida para él, a un gentil extranjero,
como cuando la carne es “nevela” (carne de un cadáver), es decir, de un animal que murió
por una enfermedad, o no murió correctamente sacrificado, a través de la “shejita” (sistema
de sacrificio permitido), - la Torá prohíbe su consumo al Israelita. Sin embargo, permite al
Israelita venderle esta carne al no Israelita para su consumo. Veamos:
< Devarim / Deuteronomio 14:21 “No comeréis ningún animal que se muera. Lo podrás dar al
forastero que está en tus ciudades, para que lo coma, o lo podrás vender a un extranjero,
porque tú eres un pueblo santo al Todopoderoso tu Elohim” >
¿Qué sucede con los creyentes gentiles en Yahoshua el Mesías?
Existen unos principios ( leyes) inscritos en todo ser humano, en su conciencia, de forma
nativa, natural. Por ejemplo, un extranjero que jamás estudió Torá está obligado a “no matar”.
Son leyes universales e inherentes al ser humano. Pero en cuanto a los creyentes en
Yahoshua, la aplicación es totalmente distinta:
2. El hecho de tener verdadera fe en Yahoshua, y aceptar completamente su enseñanza y
ejemplo, eleva a los creyentes a la categoría de “Hijos del Todopoderoso ”, título que en la
Torá se le aplica a Israel. Veamos:
< Ex 4:22 “Israel es mi hijo” >
Por lo cual, al ser llamados “hijos de Todopoderoso ”, vienen a ser miembros de Israel,
miembros de la familia del Todopoderoso, y consiguen tener una relación de pacto, y se
vinculan con la Torá y sus mandamientos. Los creyentes en Yahoshua, pasan a ser “hijos del
Todopoderoso ”, y esto es vinculante en todos los sentidos. El ser “hijos de Todopoderoso ”
no es vinculante solo para asirnos de la “gracia” del Todopoderoso, (ya lo quisiéramos), sino
que también para asirnos de los “mandamientos” y así adquirir los deberes que tiene el
pueblo de HaShem. Se adquieren derechos, pero también deberes.
En los tiempos bíblicos, cuando un gentil vivía dentro de las fronteras de Israel, si era
temeroso del Todopoderoso hacía una declaración de fidelidad al Todopoderoso frente a un
tribunal rabínico, respecto de los mandamientos. Entonces era declarado un “guer toshav”
(extranjero que reside). Este es y sigue siendo un extranjero, pero vive dentro de nuestras
fronteras, se alejó de la idolatría, y respeta las leyes ( Torah).
Como seguidores, alumnos del Mashiaj Yahoshua e hijos del Todopoderoso, no solo hemos
sido hechos cercanos, sino que INSERTADOS y PARTÍCIPES, es decir parte del pueblo y del
pacto de la Torá, nos cubren TODAS sus leyes. Veamos:
< Efesios 2:11-12 “Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en la carne,
llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne,
recordad que en ese tiempo estabais separados del Mesías, excluidos de la ciudadanía de
Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Todopoderoso en el
mundo”>.
Al leer este pasaje entonces cabe preguntarnos: ¿Si en otro tiempo estábamos separados
del Mesías, ahora estamos unidos al Mesías, si en otro tiempo estaban excluidos de la
ciudadanía de Israel, ahora somos miembros de la ciudadanía de Israel, si en otro tiempo no
teníamos esperanza ni teníamos Todopoderoso, y ahora tenemos esperanza y tenemos un
Todopoderoso, entonces qué es lo que, podría hacer que nosotros creyentes gentiles en
Yahoshua, nos alejemos de la Torá como para no ser responsables de ella y al mismo tiempo
ser beneficiarios de ella?
Es decir, tomamos sobre nosotros el título de “hijos del Todopoderoso ”, y sus favores, su
gracia y misericordia, pero no sus responsabilidades respecto de los mandamientos???
< 2 Pedro 2:9 “Nación santa, real sacerdocio”>.
Este título solo aplica a Israel, en las escrituras, y obliga vernos vinculados con la Torá,
incluidas las exigencias sacerdotales.
3. Lo que hace que un gentil, creyente en Yahoshua, habiendo sido insertado al olivo natural,
habiendo sido declarado hijo de Todopoderoso, elevado y sentado con el Mesías en lugares
celestiales (ver Efesios 2), sienta una estrecha relación con la Torá y los mandamientos.
Esto en todo caso comprende un proceso. Veamos:
< Hechos 15:20-21 “Por tanto, yo opino que no molestemos a los que de entre los gentiles se
convierten al Todopoderoso, sino que les escribamos que se abstengan de cosas
contaminadas por los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre. Porque Moisés
desde generaciones antiguas tiene en cada ciudad quienes lo prediquen, pues todos los días
de reposo es leído en las sinagogas” >
El acuerdo de los primeros líderes de la congregación creyente en Yahoshua fue, que no se
inquiete a los gentiles con TODA la Torá, inicialmente con TODO el contenido, sino que, con
calma, se les ordene guardar ciertos mandamientos de la Torá, mandamientos básicos e
introductorios, ya que tendrían a “Moisés”, es decir, tendrían la enseñanza de las palabras de
Moisés, o la “Torá”, cada Shabat, cuando asistieran a la sinagoga.
Los primeros creyentes debían estudiar la Torá en las sinagogas cada día de reposo. Luego
de hacerlo sentirían un apego a los mandamientos, que se daría de forma paulatina, hasta el
punto de ir adquiriendo más y más Torá. Sería un proceso gradual. Podrían crecer en la Torá
y cada Shabat sentir como se hacía más fuerte su lazo de unión con el pacto de la Torá y el
pueblo de Israel.
Esta es la razón por la cual las denominaciones no se sienten parte de Israel, ni tienen lazos
con la Torá. No hay estudio de la Torá semanal en las “iglesias”, no hay un análisis de los
mandamientos de forma seria y consistente. Por lo que la unión a Israel y a la Torá, que nos
dio la fe en Yahoshua, no se cultiva semanalmente, sobre todo cuando la orden era: “cada
día de reposo en las sinagogas”, pues ahora es “cada domingo en las iglesias”, a estudiar u
oír algún tema, que difícilmente será algo tocante a la Torá de Moshé.
No tenemos que dejar que los sistemas religiosos tradicionales o las ideas que andan por la
red nos alejen de esta verdad que gano Yahoshua con su propia sangre. El nos hizo
miembros de este pueblo santo, y de este real sacerdocio. Nos dio una Torá de verdad e
implantó en nosotros la vida, para que prosigamos con nuestro crecimiento, y desarrollo
espiritual. Por lo tanto, no aceptemos cuando alguien nos diga: “Tú no eres miembro, tú no
tienes parte con la Torá, tú no eres Israelita ”. Claro como ellos lo exigen no lo somos ni lo
seremos. Pero lo somos por el testimonio de Yahoshua y sus emisarios.
< Salmos 118:22 “La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser la piedra
principal del ángulo”>
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Amiga Clemencia, para servirle.
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ASAMBLEA ISRAELITA NAZARENA
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