El documento discute la importancia de poner a Dios en el centro de la familia. Sostiene que cuando Dios reina en el hogar y se enseña a los niños a reverenciar la religión y la Biblia, los ángeles se deleitan en ese hogar. Sin embargo, cuando se intenta sacar a Dios de la familia, se pierden la moral y los valores. Exhorta a los padres a guiar a su familia a los pies de Cristo cada día y a encender el altar de la oración y el culto familiar.