El documento advierte sobre las alianzas con el mundo y cómo los cristianos pueden ser afectados por los principios del mundo si no tienen cuidado. Recomienda que los cristianos reconozcan que no son del mundo pero deben interactuar con él, y que deben llevar sus interrogantes a Dios en vez de resolverlos por su cuenta. Aconseja encomendarle el camino a Dios, confiar en Él y dejar de tener tratos estrechos con el mundo que puedan contaminarlos.