El documento habla sobre cómo los creyentes son templos del Espíritu Santo según 1 Corintios 6:19. Explica que Dios habita en cada creyente a través de su Espíritu, por lo que deben transformar hábitos negativos en positivos y vivir santamente. También describe cómo los creyentes son ahora el pueblo escogido de Dios tras la redención de Cristo, y deben anunciar las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz.