El documento describe el procedimiento de crucifixión romana, incluidos los azotes y la obligación de cargar la viga de la cruz. Jesús fue muy debilitado por los azotes y no podía cargar su cruz, por lo que los soldados obligaron a Simón de Cirene a ayudar. Aunque al principio fue un encuentro accidental, llevar la cruz de Jesús llevó a Simón a convertirse en su discípulo y recibir una gran bendición.