Francesco Redi realizó un experimento en el siglo XVII que cuestionó la idea de la generación espontánea. Colocó trozos de carne en frascos cerrados y abiertos, y observó que solo la carne en los frascos abiertos desarrolló gusanos, demostrando que los gusanos no aparecen espontáneamente sino a través de moscas u otros insectos que llegan a la carne.