Este contrato establece los términos de la locación de un inmueble comercial. El propietario arrienda el inmueble al inquilino por un período de meses a cambio de un alquiler mensual. El inquilino debe usar el inmueble solo para fines comerciales y hacerse cargo de los gastos asociados. El contrato también designa a un fiador que se hace responsable de las obligaciones del inquilino.