5. Las unificaciones las dirigirán las regiones más ricasLas unificaciones las dirigirán las regiones más ricas
Las unificaciones se consiguen a través de conflictos armadosLas unificaciones se consiguen a través de conflictos armados
Las unificaciones son lideradas por la Burguesía de cada paísLas unificaciones son lideradas por la Burguesía de cada país
PRUSIAPRUSIA
PIAMONTEPIAMONTE
Guillermo I Bismarck
Víctor Manuel II Cavour
Guerra Franco-Prusiana (1870 – 1871)
Guerra Austro-Prusiana (1866)
Guerra Franco-Austriaca (1859 – 1861)
6.
7.
8. “Y para que el pueblo exista, es necesario que
conquiste por la acción y el sacrificio la conciencia de
sus deberes y de sus derechos. La independencia, es
decir, la destrucción de los obstáculos interiores y
exteriores que se oponen a la constitución de la vida
nacional, debe pues obtenerse no solamente para el
pueblo sino por el pueblo. La guerra por todos, la
victoria para todos.
La insurrección es la batalla librada para conquistar la
revolución; es decir, la nación. La insurrección debe
pues ser nacional; debe surgir de todas partes con la
misma bandera, la misma fe, el mismo objetivo. De
cualquier lugar que surgiera, debe estallar en nombre
de toda Italia, y no debe detenerse hasta que la
emancipación de toda Italia no sea conseguida.
Guissepe Mazzini
República o monarquía en Italia (1850)
14. “¿Sobre qué criterios se funda este derecho nacional?
1- Muchos dicen que la raza, sin embargo (la raza) nada ha significado en la constitución de las
naciones modernas. Francia es céltica, ibérica, germánica; Alemania es germánica, es céltica, es
eslava. La verdad es que no hay raza pura, y que asentar la política en el análisis etnográfico es
montarla sobre una quimera.
2- Lo que acabamos de decir de la raza también debe decirse de la lengua. La lengua invita a
reunirse, pero no fuerza a ello.
3- Tampoco la religión puede ofrecer base suficiente para el establecimiento de una nacionalidad
moderna. La religión se ha vuelto cosa individual; mira a la conciencia de cada uno
4- La geografía -las que llaman fronteras naturales- tiene una parte considerable en la división de
las naciones. La geografía es uno de los factores esenciales de la historia.
Acabamos de ver lo que no basta para crear tal principio nacional: la raza, la lengua, la afinidad
religiosa, la geografía. ¿Qué más hace falta? Dos cosas. La una es la posesión en común de un rico
legado de recuerdos; la otra es el consentimiento actual, el deseo de vivir juntos, la voluntad de
seguir haciendo valer la herencia que se ha recibido indivisa. Una nación es, pues, una gran
solidaridad constituida por el sentimiento de los sacrificios que se han hecho y de los que aún se
está dispuesto a hacer... Las naciones no son algo eterno. Han comenzado y concluirán.
Probablemente las reemplazará la confederación europea.”
Ernest Renan
¿Qué es una nación?, 1882
15.
16. En el siglo XIX se denominaba con el término burgués a
grupos muy diversos: la antigua nobleza estamental, los
empresarios (industriales, hombres de negocios,
banqueros); los rentistas, que vivían de los intereses de
sus fortunas; los altos funcionarios; los intelectuales y los
profesionales liberales (abogados, médicos, etc.).
Los burgueses vivían en las ciudades; concedían gran
importancia a las apariencias; frecuentaban los clubes,
salones y bailes; y se casaban entre ellos.
Sus valores llegaron a ser predominantes: el culto al
trabajo, el ahorro y la sobriedad como medios para
alcanzar la prosperidad, y la exaltación de la familia y el
hogar.
28. Durante el siglo XIX y hasta la Depresión de los años treinta del siglo XX
emigraron más de 60 millones de europeos.
En una primera oleada partieron hacia Estados Unidos y Canadá desde los
países del centro y norte de Europa: Reino Unido, Alemania, Irlanda,
Suecia, Noruega. En el último tercio del siglo XIX se unieron europeos de
los países del sur y este de Europa, sobre todo de Italia, España, Portugal,
Polonia e Imperio Ruso. Éstos ampliaron el espacio inmigratorio abarcando
también a la zona central y sur de América: principalmente Argentina y
Brasil.
El desarrollo de los transportes y comunicaciones ayudó a que los traslados
fuesen más rápidos y cómodos. Además, la expansión del sistema financiero
permitió invertir más fácilmente capitales en otros puntos del mundo.