Los factores que determinan la competencia en procesos civiles y de familia incluyen el factor objetivo (la naturaleza del asunto y su importancia económica), el factor subjetivo (la calidad con la que actúan las partes), el factor territorial (foros o fueros), y el factor funcional (instancias y jueces involucrados). También se considera el factor de conexión, que combina elementos de los otros factores.