La primera revolución industrial se centró inicialmente en la industria textil en Gran Bretaña, con el desarrollo de máquinas como la lanzadera volante, la spinning jenny y la water frame que aumentaron drásticamente la producción de hilo. La invención de la mule-jenny y los primeros telares mecánicos impulsados por vapor llevaron la producción textil a una escala totalmente industrial. Estas innovaciones tecnológicas permitieron el paso de la producción artesanal doméstica a las grandes fábricas impulsadas