El documento habla sobre cómo la inseguridad sobre el propio cuerpo durante el sexo puede generar ansiedad y estrés, limitando la capacidad de entrega y enfocándose más en el atractivo físico que en el placer mutuo. La lección clave es que a los hombres les importa más cómo la pareja se enciende, se entrega y comparte el placer, que pequeños detalles físicos que causan timidez e inseguridad.