El documento presenta ambos lados del debate sobre si los teléfonos móviles pueden ser peligrosos para la salud o no. Por un lado, algunos estudios han encontrado posibles vínculos entre el uso de teléfonos móviles y efectos adversos como cáncer y alteraciones genéticas. Sin embargo, otros estudios no han podido establecer una clara relación causal. El documento concluye que el debate sigue abierto debido a informes contradictorios.