El documento explora las lecturas del segundo domingo de Cuaresma a través de tres ideas principales: 1) Dios pide total adhesión y fe, no sacrificios, como se muestra en la historia de Abraham e Isaac y la transfiguración de Jesús; 2) Jesús es la ofrenda definitiva y ya no se necesitan más sacrificios; 3) La tarea de los cristianos es dejarse amar por Dios y ser dóciles a su Espíritu, no a través de activismo sino de abandono y receptividad.
El contenido corresponde al tema 11 del libro de formación básica "Creo en la familia", en el cual se valora a la luz de la pabra de Dios y del magisterio de la Iglesia el importante lugar que ocupan los hijos en la familia.
17/31 – EL ESTILO DE VIDA CRISTIANO – CURSO BÍBLICO LA FE DE JESÚSjespadill
17/31 – EL ESTILO DE VIDA CRISTIANO – CURSO BÍBLICO LA FE DE JESÚS – Curso Bíblico adventista basado en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, según las Sagradas Escrituras. En 31 importantes lecciones.
El contenido corresponde al tema 11 del libro de formación básica "Creo en la familia", en el cual se valora a la luz de la pabra de Dios y del magisterio de la Iglesia el importante lugar que ocupan los hijos en la familia.
17/31 – EL ESTILO DE VIDA CRISTIANO – CURSO BÍBLICO LA FE DE JESÚSjespadill
17/31 – EL ESTILO DE VIDA CRISTIANO – CURSO BÍBLICO LA FE DE JESÚS – Curso Bíblico adventista basado en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, según las Sagradas Escrituras. En 31 importantes lecciones.
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Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.
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A. ¿Qué es la soledad?
• En el Antiguo Testamento la palabra hebrea que más se utiliza para “solitario” es shamem, que significa “desolado”.
• En el Nuevo Testamento la palabra griega eremos significa “lugares desiertos”.
• La soledad es el estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o alejado de los demás.
• Una persona puede sentir la falta de cercanía con otros aún cuando estén en su presencia.
• David exclamó al Señor en tiempo de soledad:
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”.
(Salmos 25:16)
B. ¿Qué significa estar solo?
• En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce solo es badad, que significa “estar con uno mismo”.
• En el Nuevo Testamento, la palabra griega monos denota “sin compañía, solo, solitario”.
• Estar solo es la condición de estar sin compañía, separado de otros.
• Con frecuencia, Jesús buscó estar a solas. Se apartaba de los demás para poder tener comunión con el Padre.
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
(Mateo 14:23)
C. ¿Cuál es la diferencia entre estar a solas y sentir soledad?
• La soledad se refiere al estado emocional (por sentirse rechazado y desolado).
• Estar a solas se refiere al estado físico (el estado de estar separado de los demás).
• La soledad generalmente es una experiencia negativa (que va acompañada de un sentimiento de desesperanza).
• Estar a solas puede ser una experiencia positiva (convirtiéndola en un momento de creatividad y comunión con el Señor).
D. Ejemplos bíblicos de soledad
DAVID EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR EL RECHAZO.
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”.
(Salmos 142:4)
JOB EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR SUS AMIGOS DESLEALES.
“El atribulado es consolado por su compañero; aun aquel que abandona el temor del Omnipotente. Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; pasan como corrientes impetuosas”.
(Job 6:14–15)
ELÍAS EXPERIMENTÓ SOLEDAD PORQUE TEMIÓ LA IRA DE DIOS.
“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
(1 Reyes 19:3–4)
E. Ejemplos bíblicos de estar solo
PABLO ESTUVO SOLO CUANDO SUS AMIGOS LO ABANDONARON.
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”.
(2 Timoteo 4:16–17)
JOB ESTUVO SOLO CUANDO
1. Si Dios está con nosotros, ¿quién contra
nosotros?
2º Domingo de Cuaresma – ciclo B
Las lecturas de este domingo son impresionantes y nos sitúan ante
momentos álgidos y misteriosos de esta larga historia de amor entre Dios
y la humanidad. La primera lectura es el relato del no-sacrificio de Isaac.
Muchos hacen hincapié en el aspecto más sobrecogedor de la historia.
¿Cómo Dios puede pedir a un padre que sacrifique a su único hijo, el que
ha esperado durante tantos años, el que Dios mismo le prometió? Pero,
en realidad, Dios no quiere esa oblación y él mismo detiene la mano de
Abraham. Las explicaciones a este episodio son múltiples: Dios quiere
acabar con los sacrificios humanos, que eran algo común en los pueblos
cananeos de la antigüedad. Dios pone a prueba la fidelidad de Abraham.
Dios no quiere sacrificios, sino lealtad y amor sincero. Lo único que pide
es que le pongamos a él por encima de todo. Es la fe y la adhesión al Dios
único que permea todo el Antiguo Testamento.
Pero vayamos al evangelio. El relato también nos sitúa en la cima de un
monte. Los montes son los templos de la naturaleza, lugares sagrados de
encuentro con Dios. En este monte no sucede un sacrificio, sino una
revelación: Jesús aparece en toda su gloria ante sus tres discípulos más
íntimos, más amados. Pedro, Santiago y Juan lo ven transfigurado entre
dos personajes, Moisés y Elías. El Hijo de Dios aparece resplandeciendo
con luz propia entre los dos puntales de la fe de Israel: la ley y los profetas.
Jesús culmina la ley, Jesús es la promesa cumplida que anuncia el
profetismo.
En la primera lectura veíamos al Dios que pide total adhesión. Es el
hombre quien asciende hacia él, con esfuerzo y sacrificio. En la segunda,
vemos al mismo Dios que se comunica: ya no es el hombre quien sube, es
él quien baja, se revela y se ofrece a sí mismo. Se terminaron los
sacrificios, pues Jesús mismo es la ofrenda.
¿Cómo entender estas lecturas y aplicarlas a nuestra vida, hoy?
Dios está con nosotros. Y no sólo en espíritu, sino en presencia física, con
Jesús, primero en la tierra, y ahora en la eucaristía, en el pan. La gran
novedad cristiana es que nuestro Dios, siendo todopoderoso y fuente de
nuestra existencia, no nos exige ni nos pide nada: al contrario, nos lo
ofrece todo.
2. San Pablo lo expresa en su carta a los romanos: Dios no quiere
someternos a su poder, sino elevarnos a su altura. Nos lo da todo y, al
final, entrega a su propio hijo. No somos nosotros quienes le ofrecemos
sacrificios: Dios se ofrece él. ¿Cómo no nos lo dará todo, con él?, dice san
Pablo. Si creemos esto y lo vivimos, nada tiene que asustarnos, nada
puede angustiarnos, nada debería quitarnos la alegría y el gozo de existir.
Incluso con una vida cargada de problemas, ¿qué son todas las
dificultades al lado de saberse tan amado por Dios?
Ya ni siquiera tenemos que pedirle nada. ¡Él sabe lo que necesitamos y él
mismo intercede por nosotros! Hay una gran tarea que hemos de
aprender, superando nuestros orgullos y voluntarismos, nuestros afanes
de ser más… aunque sea más buenos, más virtuoso y más incansables.
Nuestra gran tarea es dejarnos amar por él. Dejarnos salvar por él.
Dejarnos santificar y transformar por él. Dejarnos convertir en otros
Cristos, ungidos, amados y revestidos de la luz de Dios.
Quizás este sea el sentido más genuino del sacrificio y el ayuno, una de
las prácticas recomendadas en Cuaresma. Frente al activismo y el
voluntarismo, que pueden esconder un sutil orgullo o autosuficiencia
espiritual, está la actitud de abandono y receptividad. Frente al sacrificio,
que puede convertirse en un acto de vanidad y soberbia espiritual, el
sacrificio que realmente agrada a Dios es que nos dejemos amar por él.
Que seamos dóciles a su Espíritu, el único que puede cambiarnos y
renovarnos por dentro.
¿Por qué nos cuesta tanto?
Confiemos. Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?