Las primeras civilizaciones se caracterizaron por organizarse en estados e imperios, y tener sociedades jerárquicas. Los estados teocráticos concentraban el poder político y religioso en manos de las máximas autoridades como el faraón egipcio. Las civilizaciones egipcias y chinas eran también sociedades jerárquicas. El Código de Hamurabi, escrito en 1800 a.C., buscaba evitar daños a las propiedades mediante normas.