El documento describe la búsqueda de cinco años por el mar Cantábrico para encontrar anchoas, visitando varias playas y zonas costeras. Finalmente, después de tanto tiempo, las anchoas del Cantábrico han vuelto. Se dan instrucciones para prepararlas ligeramente en la sartén con aceite de oliva, ajo y perejil, y comerlas preferiblemente con la mano. El autor indica que la culpa de que hubieran estado tanto tiempo sin ellas fue nuestra y que esto debería enseñarnos a cuidar más los recursos