Los gobernadores fronterizos de México se reunieron con funcionarios estadounidenses para denunciar el contrabando de armas desde Estados Unidos a los cárteles de la droga en México y rechazar cualquier tregua con los cárteles. Los gobernadores argumentaron que una tregua solo fortalecería a los cárteles en su ofensiva contra el estado y la sociedad. También pidieron mayor cooperación de agencias estadounidenses en la lucha contra el tráfico de armas.