Este documento discute varios mitos sobre la sexualidad femenina. Explora la idea errónea de que los hombres necesitan más sexo que las mujeres y que el himen siempre se rompe al perder la virginidad. También aborda mitos como que todo el clítoris está visible, que las vaginas son demasiado cortas o que el placer solo se experimenta a través de los genitales. El documento concluye señalando que uno de los mayores placeres para una mujer es alcanzar un orgasmo.